Poder oír bien hace la vida más fácil. Puedes oír lo que ocurre a tu alrededor (¡Uy! Parece que un camión se acerca!). Y también puedes oír lo que otras personas opinan sobre lo que tu dices. Eso es importante porque puedes asegurarte que tus palabras se entienden para que otros puedan entenderte.
Problemas de audición
Algunas veces los niños tienen problemas al oír. Frecuentemente, estos problemas se diagnostican cuando todavía son bebés. Si los padres o los doctores se dan cuenta de que el infante o niño(a) tiene un problema de audición, pueden comenzar a tomar los pasos necesarios para ayudarlo a oír mejor. Si un niño(a) de mayor edad desarrolla un problema de audición, él o ella también pueden obtener ayuda.
Una de las mejores personas a la que se debe acudir cuando hay un problema de audición es un audiólogo. Un audiólogo es un especialista que ha sido entrenado para entender cómo funciona la audición y como ayudar a los a los niños(as) que no pueden oír con normalidad.
Un niño(a) con problemas de audición puede tener este problema por algo tan simple como exceso de cera en los oídos. Un doctor puede solucionar este problema y ayudar a que el niño(a) pueda oír de nuevo con normalidad. Pero los problemas de audición también pueden ser más complicados – pareciéndose un poco a cómo resolver un misterio. ¿Por qué? Porque el oído está formado por varias partes, en su mayoría el oído está escondido dentro de tu cabeza, y está conectado con tu cerebro. Para poder oír, tus oídos necesitan a tu cerebro y tu cerebro necesita a tus oídos.
Un audiólogo puede ayudar a encontrar dónde está el problema cuando un niño(a) no puede oír. Él o ella pueden enviar un reporte al pediatra del niño(a) para que puedan trabajar juntos y resolver el problema. Los niños(as) que sufren de problemas en los oídos pueden visitar a un audiólogo con frecuencia para ver cómo los tratamientos están haciendo efecto y asegurarse de que no han habido cambios en la audición.
¿Qué voy a sentir?
Cuando tengas cita con tu médico, puede que te sientas nervioso(a). El audiólogo lo sabe, así que él o ella te explicarán el examen al que te someterás y las pruebas que se realizarán. Tendrás que aceptar que examinen tus oídos durante estas pruebas, pero generalmente visitar al audiólogo no duele.
Probablemente has tenido un examen con otoscopio durante tus chequeos regulares en la consulta de tu doctor. Un otoscopio es un instrumento que puede utilizarse para ver el interior de tu oído. El cual es oscuro y para ello el otoscopio tiene una luz. El audiólogo lo utilizará para ver el interior del oído. Durante este proceso puede que hale levemente tu oreja para revisar el interior de tu oído desde varios ángulos, lo que le ayudará a ver cualquier elemento fuera de lo común que explique por qué estas oyendo con dificultad.
Después de haber examinado tu oído, el audiólogo querrá medir cómo está funcionando. Una de las formas de hacerlo es mediante una prueba llamada timpanometría. Timpanometría analiza cómo se mueve tu tímpano. ¿Sabías que tu tímpano se mueve? Un tímpano normal vibra (se mueve hacia adelante y hacia atrás) como respuesta al sonido que entra en tus oídos. Pero si tu tienes líquido detrás de tu tímpano, este no se moverá y ello afectará cómo oyes. Tener líquido detrás del tímpano también puede ocasionar dolor.
Para hacer una prueba del tímpano, el audiólogo colocará un instrumento suave dentro de tu oído durante algunos segundos. No deberá dolerte, pero puede que sientas un poco de presión. Este instrumento detectará el movimiento de tu tímpano el cual se reflejara mediante un grupo de líneas en la pantalla de la máquina a la que está conectado o en un papel que imprime esta máquina. Pregúntale a tu audiólogo cómo se ve el tuyo.
Las líneas reflejadas en esta prueba le dicen a tu audiólogo cómo reacciona tu tímpano. Si este no vibra como debiera, es una señal sobre lo que está ocasionando problemas con tu audición. Algunas veces, puede que sea una infección de oído y las medicinas para ello te ayudarán. Otras veces, te harán falta más exámenes para encontrar el problema y resolverlo.
¡Ahora escucha esto!
Si tu audiólogo quiere hacerte pruebas de audiometría, él o ella necesitarán tu ayuda. Estas pruebas se hacen para ver cuán bien – o mal – oyes en cada oído. Probablemente te pondrán audífonos para que escuches diferentes sonidos. Puede que incluso vayas a un cuarto acondicionado a prueba de sonidos para hacer esta prueba. Estos cuartos especiales están diseñados para no dejar entrar ningún tipo de sonido. De esta forma tendrás completo silencio para realizar tu prueba y nada te impedirá escuchar los sonidos que te administren.
Este examen durará de 30 minutos a una hora, dependiendo de cuántos sonidos y pruebas diferentes el audiólogo quiera realizar. Él o ella puede que hagan pruebas de audiometría “pure tone”, las cuales se hacen para averiguar qué tonos y volúmenes puedes escuchar. El audiólogo puede que te haga escuchar sonidos para que los repitas.
Existe otra prueba que mide cómo está funcionando tu oído interno. Para hacer pruebas en el oído interno, el cual está compuesto de huesos, deberás ponerte una banda especial mientras escuchas diferentes sonidos. Estos necesitan estar ajustados a tu cabeza para medir cómo vibran los huesos. Generalmente, uno de los extremos de los audífonos estará colocado detrás de tu oído y el otro extremo enfrente de tu otro oído.
Antes de realizar la prueba de audiometría, te darán algunas instrucciones sobre cómo hacer señales que puedes oír los sonidos y en qué oído las percibes. Por ejemplo, puede que te pidan que presiones un botón o levantes tu mano cuando oigas un sonido o una palabra.
Una vez que tengas los audífonos en tu cabeza de la manera correcta, el audiólogo irá otra habitación desde donde podrá monitorizar la prueba. Puede que haya una ventana entre esta habitación y la tuya, pero el vidrio será algo oscuro. Esto está hecho a propósito porque el audiólogo no quiere que sepas todo lo que él o ella está haciendo. Si fuera así, te darías cuenta cuando el doctor utiliza sus manos para enviarte un sonido y esto podría darte una pista de que te van a enviar un sonido. Esto afectaría los resultados. Si no puedes ver al doctor, estarás solamente oyendo y la prueba solo medirá lo que debe: tu capacidad de oír.
¿Cuál es mi nota?
¡Buenas noticias! A las pruebas de audiometría no se les asignan notas como las que te dan en la escuela. Puede que tu audiólogo te diga cómo hiciste la prueba en el audiograma -una tabla que indica cuán bien oyes. Un audiograma utiliza decibelios – una forma de medir el sonido- para confirmar cómo oyes. Los sonidos leves no tienen tantos decibelios como los fuertes. Tu audiograma confirmará cuántos decibelios puedes escuchar.
Pero escuchar comprende mucho más que sonidos fuertes o leves. También involucra frecuencia y tono, los cuales pueden ser algo difíciles de entender, pero puedes comenzar por entenderlo como un tipo de sonido. Por ejemplo, el sonido de un metal puede que sea un sonido con un timbre alto y un contrabajo uno leve, de bajo timbre o tono. Tu audiograma también confirmará cómo oyes diferentes timbres o tonos.
La Perdida de la Audición e Instrumentos para Ayudar a Oír
Las pruebas para medir la audición en los niños(as) puede que enseñen que él o ella tienen pérdida de la audición. El problema puede afectar a un oído o a los dos. La buena noticia es que existen muchos tratamientos para los niños(as) que tienen pérdida de la audición.
Los instrumentos o aparatos para ayudar a mejorar la audición abundan. Estos son pequeños objetos que tienen micrófonos y emiten sonidos más altos para que la persona con pérdida de la audición pueda escucharlos. Algunas veces, intervenciones quirúrgicas pueden arreglar todo o parte del problema. Si una operación solamente mejora un poco la capacidad de oír de una persona, utilizar un dispositivo para la audición puede ayudar a que la persona oiga aun mejor.
Los niños(as) con problemas de audición también pueden recibir otro tipo de ayuda. Pueden ir a escuelas especiales, donde todos los niños(as) que asisten tienen problemas relacionados con la audición. O pueden acudir a las escuelas regulares y recibir un poco más de ayuda cuando sea necesario. Dentro o fuera de la escuela, el niño(a) puede recibir terapia del lenguaje para ayudarle a hablar y a entender a otras personas.
Si tú eres un niño(a) que tiene problemas de audición, hay muchas personas que quieren ayudarte a que oigas tan bien como puedas – para que también puedas ser tan independiente como quieras. ¿Quién esta en tu equipo? Tú, tu familia, tus amigos, tus maestros, doctores, terapeuta y especialmente ¡tu audiólogo!