Las heridas se pueden clasificar según su etiología y el tiempo que tardan en su cicatrización en agudas y crónicas.

Heridas agudas
Las heridas agudas pueden clasificarse según el mecanismo de lesión en: Incisas, contusas, lacerantes, abrasivas, penetrantes y con o sin pérdida de tejidos.

Heridas por incisión
Se efectúan con un instrumento cortante, pueden ser intencionadas por ejemplo: una incisión quirúrgica. En éstas el potencial de infección es mínimo.

Heridas por contusión

Es una herida cerrada producida por un golpe con instrumento no penetrante, causa considerable de daño al tejido, provocando equimosis e inflamación.

Heridas por laceración
Producida por un objeto que desgarra el tejido y causa bordes irregulares; el riesgo de infección es alto, entre los pacientes que pueden presentar este tipo de heridas están los politraumatizados, con fracturas expuestas, las causadas por vidrio o alambre de púas.

Heridas por abrasión
Es una herida cerrada causada por fricción y solamente afecta la piel, ejemplo: Raspaduras y excoriaciones.
Heridas por punción
Es la que se produce por un instrumento de punta, que penetra en la piel y en los tejidos internos, como picahielo o proyectiles disparados por arma de fuego.