La terapia V.A.C. (Vacuum Assisted Closure) es un tratamiento avanzado de cicatrización de heridas que se puede integrar en la práctica terapéutica del médico y o enfermero(a) para la cicatrización de heridas, la optimización del cuidado del paciente y la reducción de costes o costras. Se trata de una terapia flexible que puede usarse en el hospital y en el domicilio.

Dicha terapia se ha definido como una modalidad física nueva, potente y no farmacológica de cicatrización de heridas que regula el proceso de cicatrización de las heridas
Aplicar la Terapia V.A.C. a la herida ayuda a favorecer la cicatrización al preparar el lecho de la herida para el cierre, reducir el edema, favorecer la formación de tejido de granulación, aumentar la perfusión y eliminar el exudado y los materiales infecciosos.
Algunos consejos para el correcto uso de la Terapia V.A.C. serían:

  • Asegúrese que el paciente (o la herida) es un candidato idóneo para la terapia V.A.C.
  • Compruebe la exactitud del diagnóstico y trate todas las comorbilidades subyacentes y asociadas.
  • Compruebe que el desbridamiento es correcto antes del tratamiento.
  • Compruebe la selección correcta del apósito y que se usan los apósitos específicos para cada indicación, según proceda.
  • No comprima el apósito; colóquelo suavemente en la herida y anote el número de piezas usadas en las notas del paciente y, si es posible, en la lámina selladora V.A.C. Cuando utilice los sistemas InfoV.A.C. o ActiV.A.C., el número de piezas del apósito también debe anotarse en el registro de material desechable del dispositivo.
  • No coloque el apósito directamente sobre estructuras vitales expuestas.
  • Compruebe que consigue y mantiene un buen sellado de la zona.
  • No deje el apósito V.A.C. sobre la herida si la unidad de tratamiento se desconecta durante más de dos horas.
  • Controle continuamente y compruebe y responda a las alarmas.
  • Si no se observa respuesta o mejora alguna en la herida en un plazo de dos semanas, reevalúe el plan terapéutico.
  • Drenaje excesivo
  • En pacientes muy ancianos, muy jóvenes o que manifiestan problemas nutricionales.
  • Cuando el dolor o las molestias no se alivian con una analgesia apropiada.
  • Hay riesgo de hemorragia excesiva (como en pacientes con tratamiento anticoagulante)
  • Cuando hay insuficiencia circulatoria (como en vasculopatías periféricas)
  • Cuando hay un crecimiento excesivo del tejido de granulación

 

La investigación de la Terapia V.A.C en modelos porcinos ha demostrado que el tratamiento intermitente (cinco minutos con aspiración y dos sin aspiración) estimula la formación más rápida de tejido de granulación que únicamente una presión negativa continua. No obstante, la aplicación de la presión negativa continua estimula la formación significativamente más rápida del tejido de granulación que la aplicación de apósitos sencillos no adherentes.
Esta investigación ha permitido establecer las normas del modo de tratamiento recomendado (continuo o intermitente) y la cantidad de presión negativa que debe aplicarse a la herida.
Se recomienda usar el tratamiento continuo durante las primeras 48 horas en todas las heridas. Aunque el tratamiento intermitente suele ser después la opción preferida, puede ser mejor para los pacientes recibir un tratamiento continuo mientras dure el mismo en las siguientes circunstancias:

  • En el caso de pacientes con molestias importantes durante el tratamiento intermitente.
  • En casos donde sea difícil mantener un sellado estanco (en heridas perineales o en los dedos de los pies)
  • Cuando hay túneles o zonas de pérdida de sustancia, ya que ayuda a mantener la herida cerrada, colapsando los bordes y facilitando la granulación.
  • Si existen niveles altos de drenaje desde la herida después de las primeras 48 horas (es mejor esperar a que la cantidad de drenaje disminuya antes de cambiar al modo intermitente)
  • En el caso que haya injertos o colgajos
  • Cuando se requiere un efecto de entablillamiento (como en heridas esternales o abdominales.

 

Fuente: Infomecum heridas