Los daños frecuentes a la piel que puede generar la sobreexposición solar son manchas, arrugas finas y gruesas, adelgazamiento y laxitud de la piel, pero los rayos ultravioleta del sol también producen mutaciones en los genes de las células de la piel y una disminución en los sistemas de defensa locales, lo que conocemos como cáncer.

 

Aunque el sol es esencial para la vida, puede producir daño a la piel y los ojos mediante los rayos ultravioleta.

Las radiaciones ultravioleta provenientes del sol que alcanzan la superficie de la tierra se clasifican como A (RUV-A) y B (RUV-B), de acuerdo con su longitud de onda. Ambas son capaces de dañar la piel de diferentes maneras.  Originalmente se pensaba que la RUV-B era la única que tenía capacidad de afectar la piel.  Posteriormente se demostró que la RUV-A, que penetra más profundo, es igualmente dañina.

Cáncer de la piel asociado a la exposición de rayos ultravioleta.

El daño solar puede ser agudo (con quemaduras) o crónico. La exposición al sol a largo plazo provoca manchas, arrugas finas y gruesas, adelgazamiento y laxitud de la piel, decoloración y aparición de pequeños vasos sanguíneos (telangiectasias).  Estas alteraciones ocurren principalmente en personas de piel clara.

Aún más importante es la capacidad de los rayos ultravioleta de producir mutaciones en los genes de las células de la piel, así como una disminución en los sistemas de defensa (inmunidad) locales y así generar cáncer.

La frecuencia de cáncer de piel por efecto de la radiación solar ha aumentado en forma dramática. En las últimas 3 décadas más personas han tenido cáncer de piel que todas las formas de cáncer combinadas. En Estados Unidos se calcula que 1 de cada 5 personas tendrá cáncer de piel en su vida.

Afortunadamente, la mayoría de los cánceres de piel se pueden curar si se detectan a tiempo y se tratan de manera adecuada.  Por eso es conveniente hacer que un especialista revise la piel periódicamente.

Pero más importante aún es tratar de prevenir el daño solar y el cáncer de piel mediante hábitos que disminuyan la exposición y con el uso cotidiano de un filtro solar apropiado.

Importancia de los bloqueadores solares

Para escoger un protector solar hay que tomar en cuenta el factor de protección solar (FPS).  Este número indica el grado de protección exclusivamente contra RUV-B y es óptimo entre 30 y 50. Un FPS de menos de 30 es una protección escasa mientras que uno superior a 50 no ofrece protección adicional, es solo un truco de mercadotecnia.

En los últimos años han aparecido en el mercado más y mejores productos para RUV-A pero no hay un método que mida la protección tan claramente como lo es el FPS para RUV-B. Normalmente en la etiqueta de estos protectores solo se encuentra una leyenda que indica que protege contra UVA.

 

Al final la recomendación es visitar a su Dermatologo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/dermatologos-4/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.