Los antecedentes personales y familiares: médicos, pero no exclusivamente los del tubo digestivo. Entre otros, los antecedentes cardiacos, pulmonares, neurológicos y, por supuesto, los casos de cáncer en parientes cercanos;
Las pruebas realizadas con anterioridad: no te olvides de los últimos análisis biológicos y las pruebas de función hepática;
Los tratamientos: indica los medicamentos que tomas actualmente o los que has tomado recientemente.
¿Cómo se desarrolla la primera visita?
La consulta suele durar unos 30 minutos, y una gran parte de ese tiempo se dedica al intercambio de información entre el paciente y el médico: ¿qué medicamentos tomas?, ¿qué molestias sientes y desde cuándo? Lo más importante es no tener miedo de hablar de las molestias con un vocabulario sencillo (manchas extrañas en la ropa, gases constantes, incontinencia…).
Luego el especialista palpa el hígado, ausculta el abdomen en caso de hinchazón o de hernias, y el corazón. Un examen completo también puede incluir un tacto rectal, una ecografía abdominal y, a veces, una endoscopia.
La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado que implica, entre otras cosas, un endurecimiento del hígado y el desarrollo de una serie de cicatrices fibrosas. Las causas son múltiples: alcoholismo, hepatitis B, C, D u origen desconocido;
Los cálculos biliares son unas piedras pequeñas que se forman en las vías biliares a partir de pigmentos biliares cristalizados y sales cálcicas. Pueden provocar icteria, dolores abdominales en el lado derecho y una obstrucción o inflamación de la vesícula biliar (depósito de bilis situado bajo el hígado);
La colitis y el cólico. El término cólico se utiliza comúnmente para designar un dolor, mientras que la colitis es una inflamación del colon. Se tratan con medicamentos;
La endoscopia es un examen que consiste en detectar las úlceras o los tumores y en efectuar extracciones y hacer suturas sin intervención quirúrgica. Se introduce un tubo dotado de una cámara en el tubo digestivo para poder ver el interior de algunos órganos. Si el tubo se introduce por la boca, se denomina gastroscopia, y si el tubo se introduce por el ano, se trata de una colonoscopia;
El tacto rectal. Consiste en una palpación totalmente indolora que se realiza a través del ano para detectar anomalías. Es necesario colocarse en posición fetal;
El reflujo gastroesofágico es una regurgitación de ácido hacia el esófago causada por un funcionamiento anormal del esfínter que lo separa del estómago.
Así que ya sabes, acudir con un gastroenterólogo te ayudará a mejorar tu calidad de vida.