La simpatectomía torácica endoscópica bilateral es una cirugía que ayuda a erradicar el sudor excesivo de la parte superior del tórax (cabeza, manos, axilas y, en menor medida, los pies) además de erradicar el rubor facial anormal, siendo un procedimiento mínimamente invasivo en el tronco superior a nivel de la axila, realizando una incisión de 3 mm en cada costado, que recibe el nombre de cirugía acuscópica.

Conocida también como simpatectomía torácica endoscópica es la cirugía que sirve para tratar la hiperhidrosis, una enfermedad caracterizada por la excesiva producción de sudor en las palmas de las manos, palmas de los pies o en el rostro.

Las posibles complicaciones derivadas de este tipo de intervención se dividen en dos fases: las inmediatas, las cuales se refieren a aquellas que ocurren durante el procedimiento, y las posteriores, las que son como consecuencia a posteriori de la cirugía.

Durante la cirugía, las complicaciones más frecuentes son: sangrado, necesidad de realizar una cirugía abierta (toracotomía) por algún incidente, síndrome de Horner (párpado caído),  aire alrededor del pulmón (neumotórax), lesiones a órganos del tórax (extremadamente raro) y necesidad de colocar un drenaje por sangrado o aire dentro del tórax. Dentro de esta categoría se incluyen las reacciones adversas a los medicamentos anestésicos como alergias no conocidas, arritmias cardiacas y situaciones extraordinarias adversas. Antes de realizar el procedimiento es muy importante que el paciente esté consciente de cada una de las posibles complicaciones, ya que la Ley de Salud exige que se firme una autorización formal.

Es imposible ignorar la posibilidad de complicaciones inmediatas durante el procedimiento, por ley, se tienen qué mencionar y asentar en un documento llamado consentimiento informado, sin embargo, en las condiciones de cada paciente, la posibilidad de ocurrencia en nuestro equipo es menor al 1% en nuestra práctica privada de casi 15 años,  lo cual se traduce como una posibilidad de complicaciones extremadamente baja.

Algunas de las complicaciones como secuelas de la cirugía es el sudor compensatorio, una condición nueva de sudor donde la necesidad del cuerpo por transpirar, eliminar calor y toxinas, se dirige únicamente a la parte inferior del tronco, quedando completamente sin sudor del tronco superior (axilas, manos, pecho y rostro) pero con una nueva sudoración compensatoria que afecta el abdomen, espalda baja y piernas. Normalmente es mucho menor a la cantidad de sudor excesivo original por la que se decidió operar el paciente. Una vez operado el paciente solo presentará sudor compensatorio del tronco inferior en condiciones de calor y ejercicio, nunca más por emociones.

Otra condición como consecuencia del procedimiento es la presión y frecuencia cardiaca baja, un efecto reflejo a la simpatectomía pero que nose presenta en todos los casos pero no representa un problema a mediano plazo, ya que todos los pacientes toleran dichas alteraciones sin medicamentos o medidas especiales regresando mejor a sus actividades cotidianas y a realizar ejercicio.

La mejor manera de reducir estos riesgos es acudir a médicos especializados ya que, si bien, siempre existirán ciertos riesgos al someternos a un tratamiento quirúrgico, es posible reducir las posibilidades si se cuenta con el equipo y la experiencia necesaria, por esto es mejor acudir con un especialista de Tórax.

Fuente: www.cirugiadetorax.com