El dolor agudo es un elemento clave en la supervivencia del cuerpo. Constituye un sistema de alarma de primer nivel y advierte o avisa de que existe algún peligro para la integridad del organismo que merece atención, lo que permite poner en marcha los mecanismos de evitación o protección.
El dolor agudo se considera una respuesta normal, fisiológica y predecible del cuerpo a un ataque químico, físico o traumático. Por tanto, el dolor agudo persiste mientras dura el proceso de curación o curación de los tejidos. En este sentido, el dolor que dura más de 3 o 6 meses puede considerarse crónico.
- Es secundario a una lesión tisular real o potencial.
- Constituye un sistema de alarma de primer orden.
- Su curso temporal discurre paralelo al proceso de reparación.
- Desaparece la cicatrizar los tejidos.
- Es un síntoma de enfermedad.