Es muy raro que esto suceda. Los avances en el equipo que se usa durante la cirugía y en los estudios por imágenes más detallados han ayudado a que este riesgo sea muy bajo. Aun así, hay algunas situaciones importantes cuando esto puede suceder. Los médicos que tienen mucha experiencia en el tratamiento del cáncer con cirugía tienen mucho cuidado para evitar estas situaciones.

En el pasado se requerían agujas de mayor tamaño para tomar una muestra de tumor (biopsia) a fin de observarla con un microscopio en el laboratorio. En ese entonces, eran mayores las probabilidades de diseminar o “sembrar” el cáncer de la biopsia. Ahora, es más probable que se use una aguja pequeña para extirpar un trozo de tejido (lo que se llama biopsia con aguja). Con esta aguja de menor tamaño, las probabilidades de que una biopsia disemine o “siembre” el cáncer son muy pequeñas. Aun así, en el caso de algunos tumores del hígado (hepáticos), de riñón (renales), y de otros tumores existe un riesgo muy pequeño de que esto suceda durante un procedimiento de biopsia.

Se pueden tomar muestras sin riesgos de la mayoría de los tipos de cáncer mediante lo que se llama una biopsia por incisión, en la que el cirujano corta a través de la piel para extirpar una sección pequeña del tumor. Pero hay unas pocas excepciones, como ciertos tumores en los ojos o en los testículos. Los médicos podrían tratar primero estos tipos de cáncer, sin tomar una biopsia, o podrían recomendar extirpar (resecar) todo el tumor si es probable que sea cáncer. Algunas veces es posible hacer una biopsia con aguja sin riesgos, y luego, si se determina que el tumor es canceroso, extirparlo todo.

Las biopsias con aguja no se pueden hacer en el caso de algunos tumores. En estos casos, se podría requerir la extirpación parcial o total del tumor. Hay unas pocas clases de tumores que conllevan un riesgo bajo de diseminar el cáncer con el procedimiento de resección. Estos tumores incluyen los tumores paratiroideos y de la vesícula biliar y algunos sarcomas. Sin embargo, esto sucede en raras ocasiones,  gracias a los avances en el equipo y los estudios por imágenes.

Un mito común acerca del cáncer es que la enfermedad se propagará si se expone al aire durante la cirugía. Algunas personas pueden creer en este mito porque con frecuencia se sienten peor después de la operación. No obstante, es normal que una persona se sienta así mientras se recupera de cualquier cirugía. Otra razón para creer en este mito se debe a que el médico durante la cirugía puede encontrar más cáncer de lo que se esperaba según los estudios por imágenes que se hicieron antes de la operación. Esto es posible que ocurra, pero no es debido a la cirugía (el cáncer ya estaba ahí), simplemente no apareció en los estudios que se realizaron antes de la operación. El cáncer no se propaga por haber estado expuesto al aire. Si usted demora o se rehúsa a la cirugía debido a este mito, tal vez se esté perjudicando al no recibir el tratamiento eficaz.

Fuente: American Cancer Society