Con la llegada del calor los problemas de circulación se incrementan debido al efecto vasodilatador que tienen las altas temperaturas sobre las venas. Los síntomas más habituales de lo que se conoce popularmente como “mala circulación” son:sensación de pesadez en las piernas, cansancio, hinchazón, hormigueos e, incluso, calambres.
Los problemas circulatorios están fuertemente ligados al factor genético, pero llevar un estilo de vida poco saludable puede favorecer su aparición.El tabaquismo, el exceso de colesterol, la obesidad o el sedentarismo son causas directas de esta molesta dolencia.
Las claves para prevenir los problemas circulatorios y suavizar sus síntomas en verano son:
- Procura no estar ni sentada ni de pie durante muchas horas seguidas.
- Evita el exceso de sol. Protege tus piernas con un pareo, por ejemplo.
- Vigila tu alimentación: modera el consumo de sal, café, alcohol y grasas saturadas. Procura que en tu dieta nunca falten alimentos con efecto antioxidante como los tomates o las zanahorias y ácidos grasos poliinsaturados, como el pescado azul o los frutos secos; ayudarán a que la sangre sea más fluida y disminuirán el riesgo de trombos.
- Bebe al menos dos litros de agua al día.
- Para aliviar las molestias y favorecer la circulación de la sangre prueba a dormir con las piernas en alto colocándote una almohada debajo de estas.
- No abuses de los tacones ni la ropa ajustada.
- Termina la ducha aplicándote chorros de agua fría y tibia en las piernas. Si además lo acompañas con un masaje, estimularás la circulación y sentirás un alivio de los síntomas.