Primero que todo, considera qué es normal para tu bebé. Puede ser que tu pequeño tenga una deposición después de cada comida, o que deje pasar un día o más entre cada evacuación. 

El patrón individual de tu bebé dependerá de los alimentos que coma y beba, lo activo que sea, y lo rápido que digiera el alimento. 

Si tu bebé toma leche de fórmula o ya está comiendo alimentos sólidos, es posible que evacue de manera regular por lo menos una vez al día. 

Si tu bebé toma pecho, no hay un número “normal” de evacuaciones ni un horario determinado, solo lo que es típico para él. Ten en cuenta que algunos bebés que son amamantados pueden hacer popó una vez a la semana. 

Después de un tiempo, te pondrás en sintonía con los hábitos propios de tu bebé. Si no estás segura de si tu bebé padece de estreñimiento, hay un par de indicios que te pueden ayudar a darte cuenta. Entre estos se incluyen los siguientes:

  • Sus deposiciones son menos frecuentes de lo normal, especialmente si no ha hecho caquita en tres días o más, y es obvio que tiene dificultad al evacuar.
  • Sus caquitas son duras y secas, sea cual sea la frecuencia.