No hay pruebas específicas para la parálisis de Bell. El médico te revisará el rostro y te pedirá que muevas los músculos de la cara al cerrar los ojos, levantar las cejas, mostrar los dientes y fruncir el ceño, entre otros movimientos.

Otras enfermedades, como un accidente cerebrovascular, infecciones, la enfermedad de Lyme y tumores, también pueden causar debilidad muscular, que se puede confundir con la parálisis de Bell. Si no queda claro el origen de tus síntomas, es posible que el médico te recomiende otras pruebas, como las siguientes:

  • Electromiografía (EMG).Esta prueba puede confirmar la presencia de lesión a los nervios y determinar su gravedad. La electromiografía mide la actividad eléctrica de un músculo en respuesta a un estímulo y la naturaleza y velocidad de la conducción de los impulsos eléctricos a lo largo del nervio.
  • Exploraciones de diagnóstico por imágenes.En ocasiones, será necesario realizar una resonancia magnética (RM) o una tomografía computarizada (TC) a fin de descartar otras posibles fuentes de presión sobre los nervios faciales, como son los tumores o las fracturas de cráneo.
La mayoría de las personas con parálisis de Bell se recuperan por completo, con o sin tratamiento. No existe un tratamiento único para la parálisis de Bell, pero tu médico puede indicar medicamentos o fisioterapia para ayudar a acelerar la recuperación. En ocasiones inusuales la cirugía es una opción para la parálisis de Bell. Fisioterapia
Los músculos paralizados pueden achicarse y acortarse, lo que causa contracturas permanentes. Un fisioterapeuta puede enseñarte cómo masajear y ejercitar los músculos faciales para ayudar a prevenir que esto ocurra.

Cirugía

En el pasado, se utilizaba la cirugía de descompresión para aliviar la presión en el nervio facial al abrir el pasaje óseo por el cual pasa el nervio. En la actualidad, no se recomienda la cirugía de descompresión. Los riesgos posibles asociados con la cirugía incluyen lesión del nervio facial y pérdida de la audición permanente.

En ocasiones muy poco frecuentes, es posible que se necesite cirugía plástica para corregir problemas del nervio facial permanentes.

Medicina alternativa

Aunque hay poca evidencia científica para respaldar el uso de medicina alternativa para las personas con parálisis de Bell, algunas personas con esta enfermedad se pueden beneficiar de lo siguiente:

  • Colocar agujas finas en un punto específico de la piel te ayuda a estimular los nervios y los músculos, lo que puede proporcionar un poco de alivio.
  • Capacitación en biorretroalimentación.Si te enseñas a usar los pensamientos para controlar tu cuerpo, puedes ayudar a ganar un mayor control sobre tus músculos faciales.

Preparación para la consulta

Probablemente empieces consultando con tu médico de cabecera. Sin embargo, en algunos casos es probable que cuando llames para pedir una consulta, te deriven a un neurólogo de inmediato.

Es una buena idea estar bien preparado para la consulta. A continuación, se presenta información que te ayudará a prepararte.

Lo que puedes hacer

  • Anota los síntomas que estás teniendo.Asegúrate de incluir todos los síntomas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la consulta.
  • Anota información personal clave.¿Has sufrido estrés o cambios en tu vida últimamente? Esta información puede ayudar al médico a hacer un diagnóstico.
  • Haz una lista de todos tus medicamentos.Incluye la dosis de los medicamentos que consumes y no olvides incluir también vitaminas o suplementos.
  • Pídele a un familiar o un amigo que te acompañe, de ser posible.A veces es difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. Quizás la persona que te acompaña recuerda información que tú pasaste por alto u olvidaste.
  • Anota preguntas para hacerle al médico.

Preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar al máximo el tiempo con tu médico. Las siguientes son algunas preguntas básicas sobre la parálisis de Bell que puedes hacerle al médico:

Fuente: mayo clinic