Una de las consultas más frecuentes que hacen los padres de niños de 1 – 8 años de edad a los especialistas en Otorrinolaringología es su preocupación por el tamaño anormalmente elevado de las amígdalas palatinas de su hijo, o comúnmente conocidas como anginas. A pesar de que las indicaciones para la extirpación de las anginas son muy específicas y el número de pacientes que terminan operándose es muy reducido, muchos padres llevan a sus hijos a los especialistas para que les operen bajo el pretexto de que “tienen las anginas grandes”.

Hay que dejar claro que el tamaño de las anginas no es indicación de cirugía. Por lo que si el niño no padece ningún otro tipo de patología, como pueden ser infeccionescatarrosronquidos persistentes con paradas respiratorias mientras duerme…, por muy grandes que sean sus anginas no hay motivo de intervenirle quirúrgicamente.

Existen casos en los que sí hay que valorar de manera particular para ver si es candidato a cirugía, esto sucede cuando el niño sufre amigdalitis de repetición, retraso en el desarrollo corporal, malnutrición…, además de roncopatía severa con paradas respiratorias (sleep-apnea).

Diagnóstico para la extirpación de amígdalas

Antes de dar luz verde a la realización de una amigdalectomía se deben realizar unos análisis de sangre en los que se miden unas proteínas, cuyo valor aumenta ante situaciones de infecciones repetidas (amigdalares o de cualquier otra parte del organismo). Si estos valores son elevados, entonces hay riesgo de que el paciente al cabo de 15-20 años desarrolle infecciones en otras partes del cuerpo (corazón, riñones, columna vertebral), por lo que lo indicado en estos casos es intervenir al paciente.

Únicamente hay una situación en la que el paciente debe ser intervenido sin que haya un historial previo de infecciones: cuando el paciente ronca por las noches y además hace largas paradas respiratorias. Por lo general, los padres lo comentan al médico sin necesidad de que éste lo pregunte pues estas paradas respiratorias son muy llamativas y además el paciente suele presentar síntomas de mal descanso nocturno (somnolencia diurna, déficit de atención, bajo rendimiento escolar…). Ante una situación así sí que está indicado extirpar las amígdalas, para evitar posibles complicaciones graves (paradas cardiacas, hipertensión pulmonar…), independientemente de que el paciente presente otros síntomas.

En último lugar hay que señalar que siempre que se plantee la extirpación de las amígdalas también hay que valorar si además se deben extirpar las vegetaciones (adenoidectomía) en el mismo acto quirúrgico, ya que en muchas ocasiones ambas suelen estar aumentadas de tamaño, amígdalas y vegetaciones. Para tomar una decisión hay que realizar una valoración de otros síntomas y signos.

 

Al final la recomendación es visitar a su Otorrinolaringólogo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/otorrinolaringologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.