La acalasia es un trastorno funcional del esófago por el que el músculo no puede relajarse al tragar, al contrario de lo que ocurre en las personas sanas. También suelen verse afectados los movimientos del esófago (peristálticos), que son los que reenvían el quimo.

El esófago es un músculo en forma de tubo que está revestido en su interior por una mucosa. En el interior de la capa muscular se encuentran células nerviosas conectadas unas con otras (el denominado plexo de Auerbach). Se encargan de manejar los movimientos exactos del esófagodurante la deglución. Estos movimientos trasportan el quimo en su totalidad desde la boca al estómago. Allí, el ambiente ácido se encarga de desinfectar el alimento; los fuertes movimientos lo mezclan con las enzimas y lo siguen triturando. Una válvula situada entre el estómago y el esófago impide que el quimo y el agresivo ácido clorhídrico regresen al esófago. Este esfínter esofágico inferior se encarga (mediante la tensión y distensión del músculo) de que la comida llegue al estómago al tragar y de que ningún contenido del estómago pueda regresar. Cuando se padece acalasia falla el plexo de Auerbach, por lo que el esfínter esofágico inferior no puede relajarse. Por lo tanto, la entrada al estómago está tan cerrada que el alimento no puede llegar por completo a su interior. El alimento se queda, literalmente, atascado en la garganta .

Incidencia

La acalasia no es una patología muy frecuente. Suele presentarse, únicamente, un nuevo caso por cada 100.000 habitantes al año. La acalasia afecta a pacientes de cualquier edad, aunque es más común en personas de entre 20 y los 40 años.