En contra de los que se puede llegar a pensar, los lunares rojos que aparecen en la piel no son lunares. “Se trata de pequeñas dilataciones capilares llamadas angiomas y son conocidos popularmente como puntos rubí. Son pequeñas manchitas vasculares sobreelevadas en la piel que nada tienen que ver con los lunares, los cuales son acúmulos del pigmento principal de la piel, la melanina.

La aparición de estos puntos rubí está directamente relacionada con el envejecimiento de la piel y la herencia genética; de hecho, no se puede hacer nada para prevenirlos.  La sobreexposición solar o la exposición al sol sin utilizar fotoprotección también pueden suponer un factor de riesgo, ya que el sol es, tras el paso del tiempo, el principal causante del envejecimiento cutáneo. Hablamos del llamado fotoenvejecimiento.

“Los puntos rojos en la piel tienen una naturaleza totalmente benigna, ya que no dejan de ser una pequeña lesión vascular, por lo que no traen consigo un riesgo para la salud”, aclara D’Alessandro.  Sin embargo, puntualiza la experta, sí que pueden suponer un problema estético si se tienen muchos, son grandes o aparecen en zonas muy visibles, como el rostro.

¿A partir de qué edad pueden aparecer?

Al estar relacionados con el envejecimiento de la piel, los lunares rojos suelen empezar a aparecer a partir de los 40 años. No obstante, hay personas con un alto componente hereditario en las que pueden salir antes, entre los 20 y los 30 años, para ir apareciendo cada vez más con el paso del tiempo.