Los lácteos forman parte del grupo de alimentos de origen animal y pueden ser incluidos a diario en la alimentación como parte de una dieta variada y correcta.  Se consideran alimentos completos porque están compuestos por 3 macronutrimentos: carbohidratos, proteínas y grasas. Pero, entre los ligeros y los enteros, ¿cuál es mejor?

Los lácteos son fuente natural de calcio, mineral indispensable para tu salud ósea y para el correcto funcionamiento de los músculos (incluyendo al corazón). Aportan vitamina A, que tiene función antioxidante y es importante para la visión y vitamina D, que favorece la absorción de calcio en los huesos.

Ahora bien, ¿cuál es el más adecuado para tu salud? Los lácteos más saludables son aquellos que tienen menor contenido de grasa. Aquí la diferencia y algunos tips para identificarlos.

– Leche: un vaso de leche entera aporta 8 g de grasa, mientras que un vaso de leche descremada aporta 1.5 g o menos por vaso y 50% menos calorías que la leche entera. La leche descremada también conocida como “light” es un alimento que tiene mayor valor nutricional que la leche entera. De hecho,  aporta más proteína y más calcio. Es un excelente alimento para chicos y grandes: los niños a partir de los 2 años de edad, ya pueden consumir leche de vaca de los dos tipos.

– Yogur: para identificar si un yogur es bajo en grasa, es importante revisar la lista de ingredientes: si el primero es “leche descremada”, se trata de un alimento bajo en grasa. Si quieres dar a tus hijos este alimento, busca uno que no contenga edulcorantes artificiales como el aspartame o acesulfame potásico, entre otros.

– Quesos: distinguir si un queso es alto o bajo en grasa es muy sencillo si te guías por el color y la textura. En general, los quesos maduros son más amarillos, lo que significa que tienen más grasa, mientras que los quesos frescos son blancos, lo que indica un menor contenido de grasa. Con un queso maduro podrás comprobar que se gratina o se derrite más fácil como si fuera un tipo de “aceite” que se desprende, que en conclusión es grasa. También es importante revisar la textura, ya que si un queso es cremoso, aunque tenga color claro, indica alto contenido de grasa. Una rebanada de queso maduro aporta 8 veces más grasa que una rebanada de queso fresco. Es una gran diferencia, ¿no?

Por otro lado, ¿sabías que 3 porciones de lácteos te aportan todo el calcio que necesitas al día?

Ahora que ya sabes la diferencia y cuentas con más información para decidir mejor, incluye lácteos de manera inteligente en tu dieta. ¡Ya cuentas con las herramientas para llevar a cabo elecciones adecuadas!

Importante: La información y/o conceptos contenidos en esta nota no pretenden constituir un diagnóstico, consejo y/o tratamiento médico ni sustituir en ningún caso aquellos prescriptos por su profesional médico habilitado y calificado. Ante cualquier duda consulte a su médico.