Las infecciones bacterianas del tracto urinario son el tipo de infección más común en el tracto urinario. La orina, o pis, es el líquido que los riñones filtran del torrente sanguíneo. La orina contiene sales y productos de desecho, pero no suele contener bacterias. Las infecciones del tracto urinario aparecen cuando las bacterias entran en la vejiga o los riñones y se multiplican en la orina.

Hay tres tipos principales de infecciones del tracto urinario. Las bacterias que infectan solo la uretra (el tubo corto que envía la orina desde la vejiga hacia el exterior del cuerpo) provocan uretritis.

Las bacterias también pueden provocar una infección de la vejiga, que se denomina cistitis.  Otro tipo más grave de infección del tracto urinario es la infección de los riñones, que recibe el nombre de pielonefritis.  En este tipo de infección, las personas suelen tener dolor de espalda, fiebre elevada y vómitos.

El tipo más común de infección del tracto urinario, la infección de la vejiga, provoca principalmente molestias. Las infecciones de la vejiga se pueden tratar rápida y fácilmente. Y es importante obtener tratamiento inmediato para evitar que la infección llegue a los riñones y sea más grave.

Las infecciones del tracto urinario suelen ser provocadas por la bacteria E. coli, que normalmente está presente en el tracto digestivo y sobre la piel que rodea la zona vaginal y rectal. Cuando las bacterias entran en la uretra, pueden avanzar hacia la vejiga y provocar una infección.

Las niñas tienen infecciones del tracto urinario con mucha más frecuencia que los varones, principalmente debido a las diferencias en la longitud y la forma de la uretra. Las niñas tienen uretras más cortas que los varones y la abertura se encuentra más cerca del recto y la vagina, donde es posible que se encuentren las bacterias.

Algunas personas parecen tener infecciones frecuentes del tracto urinario, pero, a menudo, tienen otros problemas que las hacen más propensas a las infecciones, como una anomalía en la estructura o el funcionamiento del tracto urinario. El problema funcional más común del tracto urinario recibe el nombre de reflujo vesicoureteral, una afección en la que parte de la orina fluye de regreso desde la vejiga hacia los uréteres e incluso hasta los riñones.

Las bacterias pueden entrar en la uretra de varias maneras. Durante las relaciones sexuales, por ejemplo, las bacterias de la zona vaginal pueden ser empujadas hacia el interior de la uretra y, con el tiempo, terminan en la vejiga, donde la orina crea un ambiente propicio para el crecimiento de las bacterias. Esta es la razón por la cual las mujeres sexualmente activas a menudo sufren infecciones del tracto urinario. Estas infecciones no son contagiosas; por lo tanto, no puedes contagiarte una infección del tracto urinario de otra persona.

Las bacterias también pueden llegar a la vejiga de una niña si se limpia de atrás hacia adelante después de una evacuación intestinal, lo cual puede contaminar la abertura de la uretra. El uso de espermicidas (incluidos los condones tratados con espermicida) y los diafragmas como anticonceptivos también puede aumentar el riesgo de tener una infección del tracto urinario.

Las enfermedades de transmisión sexual pueden provocar síntomas similares a los de una infección del tracto urinario, como dolor al orinar. Esto se debe a la inflamación e irritación de la uretra o la vagina que a veces acompaña a la clamidiasis y otras enfermedades de transmisión sexual. Si no reciben tratamiento, las enfermedades de transmisión sexual pueden provocar problemas a largo plazo, incluida la enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad. A diferencia de las infecciones del tracto urinario, las enfermedades de transmisión sexual son contagiosas.

Las infecciones del tracto urinario se caracterizan por una serie de síntomas, como los siguientes:

  • orinar frecuentemente
  • ardor o dolor al orinar
  • sensación de necesidad de orinar aun cuando se elimine una cantidad pequeña o nula de orina
  • dolor en la parte baja del abdomen
  • dolor sobre el hueso púbico (en las mujeres)
  • sensación de tener el recto lleno de materia fecal (en los hombres)
  • orina sanguinolenta o con mal olor
  • fiebre leve
  • sensación general de temblor y fatiga

Las infecciones renales pueden presentar síntomas más graves, como los siguientes:

  • fiebre elevada
  • escalofríos
  • náuseas y vómitos
  • dolor abdominal
  • orina sanguinolenta o turbia
  • dolor de espalda, justo por encima de la cintura

Si tienes algún síntoma de una infección del tracto urinario, tendrás que ir inmediatamente al médico. Los síntomas no desaparecerán si los ignoras; solo empeorarán. Cuanto antes comiences el tratamiento, menos molestias tendrás.

Llama a la clínica o al consultorio del médico inmediatamente. Si no puedes comunicarte con tu médico, puedes visitar un centro con atención de urgencias o la sala de emergencias de un hospital. Lo más importante es que actúes lo antes posible.

Fuente:Teenshealt