¿Qué es la llamada hernia umbilical de los bebés? ¿Debemos preocuparnos por ella? Lo explica el pediatra Jesús Garrido en este vídeo.

Cuando el cordón umbilical de los bebés se cae quedan restos de piel, lo que hace que muchos piensen que es una hernia porque están un poco salientes hacia afuera. “Esto no lo tienen todos los bebés”, asegura el pediatra Jesús Garrido.

Tipos de cordón umbilical

  • Cordón umbilical mocoso: desde la barriga, lo único que sale es la gelatina del cordón. Cuanto este se cae, la barriga queda plana y la piel que hay en torno al cordón se va encogiendo poco a poco y forma una especie de estrella.
  • Cordón umbilical cutáneo: hay un poco de piel que sobresale de la barriga y, a partir de ahí, sale la gelatina. Cuando se cae el cordón no se cae también la piel, por lo que se queda un trozo de piel que sobresale un poco.

Este último no significa que sea una hernia umbilical. Lo que hay que hacer es fijarse si esa piel que sobresale es blanda y está arrugada o, por el contrario, está tensa. Si dicha piel está tensa, se trata de una hernia umbilical.

¿En qué consiste la hernia umbilical en los bebés?

Una hernia umbilical consiste en que en la barriga hay dos músculos en el centro que están unidos por una especie de tela y, a veces, en el centro, justo donde está el ombligo, es más débil. Por ello, cuando el niño llora, aprieta la barriga o tiene muchos gases y empuja hacia afuera, lo que hace es abombar el intestino dentro de una burbuja que está a tensión.

¿Qué se debe hacer con las hernias umbilicales?

Uno de los remedios de toda la vida era que los niños usaran fajas, pero estas tienen el problema de que si le pones a un bebé una faja, o se pone muy blanda y no hace ningún efecto, o se pone tan apretada que al niño se le dificulta la respiración.

Un bebé recién nacido no mueve el pecho, solo mueve la barriga porque tiene respiración abdominal. Mueve el diafragma arriba y abajo y, por tanto, la barriga sale y se mete. Por ello, utilizando una faja no se elimina la hernia, sino que lo que se consigue es que el niño respire peor.

Lo habitual es que los dos o tres primeros meses de vida coincidan con una etapa en la que el niño tiene muchos gases, haciendo que dicha hernia aumente. A partir de los tres o cuatro meses el problema de los gases empieza a desaparecer, por lo que la hernia se reduce. En la mayoría de los casos antes de llegar al año la hernia desaparece por completo.

Por otra parte, en los niños que se van acercando al año de vida y la hernia va cada vez a más, se puede plantear la posibilidad de una operación, la cual es muy sencilla. Además, hay hernias que son muy llamativas que acaban reduciéndose por sí solas con el paso del tiempo.

¿Cómo se puede evitar la cirugía?

Especialmente, en los niños que tienen problemas de gases y estreñimiento es muy importante ayudarles a resolverlos. Esto se puede hacer mediante una serie de medidas:

  • No dejar que el niño pase muchas horas del día sin comer, porque si no comerá con ansiedad, llenará mucho la tripa, habrá presión y, por consiguiente, la hernia aumentará.
  • Si al niño le cuesta hacer “caca”, hay que ayudarle a que relaje la “puerta” para que salga la “caca”, alivie la presión y, así, evitar la acumulación de gases.

De esta forma, la hernia disminuye mucho antes hasta que llega un momento en el que desaparece.

 

Al final la recomendación es visitar a su PEDIATRA o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/pediatras/  para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.