La idea de que comer justo antes de acostarse se convierte inmediatamente en grasa no es cierto, pero hay buenas razones para no dormir inmediatamente después de una comida. Mientras que estás durmiendo, tu cuerpo está trabajando duro para digerir la última comida, y esto puede conducir a problemas que van desde indigestión a un posible aumento del riesgo de un derrame cerebral.
Cuando comes es muy importante la cantidad que comes; para perder peso, debes de quemar más calorías de las que comes, independientemente de si las tomas a primera hora o a última; pero has de tener en cuenta también que cenar tarde tiene otros peligros, como el deterioro del juicio y una voluntad debilitada, que puede venir con cansancio. Cuando tengas hambre a media noche, tómate el tiempo para preparar una ensalada; la toma de decisiones no saludables justo antes de irte a dormir, significa que no tienes ninguna oportunidad de quemar esas calorías adicionales.
Acostada sobre la espalda inmediatamente después de una comida abundante, puede hacerte sentir bien al principio, pero mientras el cuerpo está en reposo, tu sistema digestivo trabajando duro. La acidez es causada por un exceso de ácido estomacal, lo que da lugar a una sensación de ardor que se extiende hacia arriba desde el estómago hacia el pecho y algunas veces hasta en la garganta; también puede ir acompañada de eructos, lo que puede hacer difícil conseguir una noche de sueño reparador.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico o reflujo ácido es causado debido a que la válvula situada entre el estómago y el esófago no se cierra completamente, lo que permite al ácido estomacal desplazarse hacia la garganta, causando una sensación de ardor.