Los bebés usan sus oídos para absorber todo tipo de información sobre el mundo que los rodea. La audición también les permite desarrollar el lenguaje y estimula el desarrollo de su cerebro. Es por esto que es esencial identificar y tratar cualquier problema de audición lo más pronto posible.
Al poco tiempo de haber nacido, le harán una prueba de audición a tu bebé. De ahí en adelante, el médico deberá examinar sus oídos en todas sus visitas médicas.
Cuándo se desarrolla
El oído interno ya está completamente desarrollado a las 20 semanas del embarazo, y los bebés nacen con el sentido del oído perfectamente desarrollado, o sea que tu pequeño está listo para escuchar y aprender desde que llega al mundo.
Cómo se desarrolla
Desde el inicio, tu bebé prestará mucha atención a las voces, especialmente a las más agudas. Responderá a sonidos familiares (tu voz o la de tu compañero al hablar o leer un cuento, por ejemplo). También es probable que se asuste ante los sonidos fuertes o inesperados.
Su forma de responder a los sonidos dependerá en parte de su temperamento. Un bebé más sensible se espantará ante cualquier ruidito, mientras que un a bebé más tranquilo se tomará más sonidos con calma.
Alrededor de los 2 meses, la mayoría de los bebés presta atención cuando escucha voces familiares y hasta hace sonidos de vocales con la boca, como aaa. No te preocupes si tu bebé a veces mira hacia otro lado mientras le platicas o le lees un cuento, pero díselo a tu médico si observas que no responde a tu voz de ninguna manera o no se sobresalta cuando hay algún ruido.
Alrededor de los 4 meses, la mayoría de los bebés empieza a tratar de determinar de dónde proceden los sonidos, y para los 6 meses intentará imitarlos.
Para los 8 meses, los bebés balbucean y responden a cambios en tono de voz. Para cuando cumpla un año, tu bebé probablemente dirá algunas palabras, como “ma-ma” y “pa-pa”, y también reconocerá su propio nombre.
Qué viene después
Tu bebé seguirá usando el sentido del oído para descifrar el mundo que lo rodea y aprender a comunicarse con los demás.
Y aunque sus oídos ya estén completamente desarrollados al nacer, el área de su cerebro que responde a los sonidos complejos y les atribuye significado seguirá desarrollándose hasta que tenga 12 meses aproximadamente.
Tu papel
Aunque es imposible prevenir algunos tipos de pérdida de audición, puedes hacer lo siguiente para proteger los oídos de tu bebé:
No le pongas nada en los oídos, incluyendo los hisopos de algodón.
Ayúdale a estar lo más sano posible, así podrás prevenir las infecciones de oídos.
Protégelo de los sonidos muy altos y prolongados. (La regla básica es que el nivel de ruido tiene que ser bajo lo suficiente como para que puedas hablar naturalmente).
Para fomentar el desarrollo de tu bebé, busca diferentes maneras de exponerlo a nuevos sonidos. Aquí tienes algunas sugerencias de lo que puedes hacer con tu bebé a lo largo del día:
Explora la música. Cántale canciones de cuna y ponle música. Puedes elegir música especial para niños, o lo que más te guste a ti, tanto si es Celia Cruz como Juanes. Señálale el sonido rítmico del tic tac de un reloj o del agua de una fuente.
Háblale y léele cuentos desde los primeros días de vida. No hay por qué esperar a que sea mayor. Al escuchar tu voz, se acostumbra a la cadencia del lenguaje. De hecho, si elevas el tono de tu voz o utilizas acentos, cantas o vocalizas, todo ello engrandece y estimula aún más la conexión auditiva con tu bebé. Además, cuanto más le hables y le leas, más sonidos y palabras aprenderá y mejor preparado para hablar estará.
No tienes que bombardear a tu bebé con palabras, pero si notas que está interesado, dile lo que estás haciendo. Por ejemplo, si estás preparando la bolsa de pañales para salir, descríbele uno a uno los artículos que incluyas. Cuando vistas a tu bebé, nombra los colores y el tipo de prenda que le pongas, y describe la textura de sus calcetines.
Fíjate en los sonidos que le llaman la atención a tu bebé y explícaselos. Ya sea el ruido de un avión o el de un gatito, al describírselo le ayudas a comprender su entorno. Haz pausas para escuchar y disfrutar con tu bebé de todos estos sonidos.
A los 4 o 5 meses tu bebé comenzará a mirarte a la boca con atención cuando hables. Incluso puede que intente imitar las inflexiones de tu voz y pronunciar consonantes como m y b. ¡Aprovecha y balbucea con tu pequeño!
Si piensas que tu pequeño sufre problemas de audición, visita a tu audiólogo para que lo ayude con un tratamiento.