¿Cuánto tiempo debo acudir al quiropráctico?

Cada paciente es único, todos tenemos nuestra historia y antecedentes, por eso a cada paciente diseñamos cuidadosamente un plan de tratamiento quiropráctico especifico según sus necesidades.

Para elaborarlo debemos tomar muchos factores en consideración como por ejemplo la edad, la movilidad de la columna vertebral, los cambios de postura, el estado de degeneración de las articulaciones y de las vértebras, la diferencia de peso que se puede tener entre una pierna y la otra, la presencia o no de dolor, la frecuencia, intensidad y duración del problema y, por supuesto, el estilo de vida del paciente aśi como los buenos y los malos hábitos que le caractericen.

La quiropráctica es un tratamiento natural que requiere tiempo y repetición

Contrariamente al efecto de un medicamento que es inmediato porque se limita a aliviar el síntoma sin más apagando la alarma antifuego de nuestro cuerpo, el tratamiento quiropráctico es natural y busca tratar la causa del problema para solucionarlo desde su raíz y a largo plazo.

Desde el modelo vitalista de la quiropráctica hay que ver el tratamiento quiropráctico como un camino, un viaje hacia la salud y no un destino. El trabajo del quiropráctico permite liberar tu sistema nervioso de las interferencias que tiene para mejorar la comunicación entre tu cerebro y tu organismo. De esta manera tu propio cuerpo puede curarse a sí mismo, regularse y funcionar mejor. La salud viene de dentro pero cuando no la tenemos es un proceso para recuperarla y como cada proceso, requiere tiempo, paciencia y repetición de los ajustes. Además varios parámetros influyen sobre la evolución y la duración del tratamiento quiropráctico, como la edad del paciente, la cronicidad del problema, su estilo de vida…

 

Generalmente encontramos que el proceso de tratamiento quiropráctico se realiza en tres fases:

  1. FASE INICIAL. Al iniciar el cuidado quiropráctico solemos empezar con una fase de tratamiento más intensivo repitiendo 2 sesiones a la semana. Cuando hay inestabilidad articular, y mal funcionamiento de los nervios que provocan inflamación de los tejidos y a veces dolor, el objetivo de la repetición de las visitas más seguidas es principalmente la de aliviar los síntomas o mejorar el estado actual de salud lo antes posible.  De esta manera la columna vertebral empezara a ganar en movilidad y flexibilidad y el sistema nervioso funcionará mejor.  Cada ajuste quiropráctico tiene un efecto acumulativo. Hay pacientes que pueden encontrar un alivio inmediato y pensar que el problema está solucionado por completo. Nos gustaría mucho que este fuera el caso pero la experiencia nos demuestra que no se debe confundir alivio temporal con corrección permanente. Para que la causa del problema se corrija el cuerpo necesita tiempo. Cuando aparecen dolores o disfunciones en el cuerpo es nuestra alarma anti-fuego que nos avisa que algo esta mal desde bastante tiempo y, con el tiempo, ha empeorado. Esta claro  que un 30% de los pacientes van a ver una desaparición  muy rápida del problema durante las primeras visitas, de hecho la quiropráctica tiene muy buena reputación para obtener resultados “instantáneos”,  no obstante no quiere decir que todo se haya solucionado para siempre porque al dejar de tratarse el problema puede volver a aparecer unos días o unos meses después. Por eso aconsejamos más ajustes en fase correctiva para obtener una recuperación óptima.
  2. FASE CORRECTIVA. Los músculos y tejidos están más relajados, las vértebras están en mejor posición  y el cuerpo tiene mas flexibilidad general. Podemos empezar a alargar el tiempo entre cada visita realizando un ajuste semanal y progresivamente si el estado del paciente se mantiene bien de una sesión a otra podemos pasar a cada dos semanas y tres semanas y seguir alargando progresivamente. El objetivo es corregir, fortalecer y optimizar el estado general para no tener recaídas en el futuro. El sistema nervioso más equilibrado mejora la comunicación entre el cerebro y el organismo y el cuerpo gana en salud.
  3. FASE DE BIENESTAR. Una vez que los músculos y los ligamentos son más fuertes, que la columna vertebral y las articulaciones se mueven con flexibilidad y que la comunicación nerviosa se hace bien entre todas las partes del cuerpo, volvemos a tener una vida normal sin síntomas y disfrutamos de una salud óptima. Llegado a este nivel de salud la mayoría de los pacientes quieren seguir disfrutando de los beneficios ganados y de una buena calidad de vida, por eso siguen el tratamiento quiropráctico en modo preventivo. Las visitas en esta fase son mensuales.

 

La frecuencia del tratamiento quiropráctico que recomendamos según las pruebas de la primera visita es orientativo. Según la evolución de cada paciente podemos cambiar su plan de cuidado quiropráctico y por ejemplo alargar las sesiones entre ellas si la mejoría es más rápida.

Al final la recomendación es visitar a su Quiropráctico o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/quiropracticos/  para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.