La incidencia de esta patología se estima en 1 de cada 10.000 habitantes por año y en 1 de cada 1.400 habitantes a lo largo de la vida. Aparece de forma bilateral (en los dos ojos) en el 10% de los casos y es más frecuente entre los 40-70 años, siendo el pico máximo a los 54 años. Puede aparecer por igual en hombres y en mujeres.

CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

Para que aparezca un desprendimiento de retina, habitualmente hacen falta dos requisitos: la existencia de un vítreo licuado (degenerado) y una rotura o desgarro en la retina.

  • Miopía. Más del 40% de los desprendimientos de retina ocurren en ojos miopes, siendo mayor el riesgo de desprendimiento de retina cuanto mayor es la miopía. Este hecho ocurre porque la degeneración vítrea (pudiendo llegar a ocasionar un desprendimiento de vítreo) y las degeneraciones en la retina periférica son más frecuentes entre los miopes (desgarramiento, agujeros tróficos).
  • Cirugía previa de catarata complicada.
  • Si existe desprendimiento de retina en el ojo contralateral (10% son bilaterales).
  • Si existe historia familiar de desprendimiento de retina (en primer grado).
  • Si existen algunas degeneraciones retinianas periféricas peligrosas. El 60% de las roturas retinianas se producen en áreas que muestran alteraciones específicas previas, siendo más frecuentes en ojos miopes. A su vez, las encontramos en el 30-40% de los ojos con desprendimiento de retina.
  • Los traumatismos oculares abiertos o cerrados pueden acompañarse de roturas en la retina, hemorragia vítrea y desprendimiento de retina (suponen el 10-12% de los desprendimientos de retina).
  • Algunas enfermedades generales que pueden afectar a los ojos, como la diabetes que puede provocar retinopatía diabética.

Por lo tanto, el desprendimiento de retina es un problema visual que puede llegar a ser grave y que puede ocurrir a cualquier edad, aunque normalmente suele presentarse en individuos a partir de una cierta edad. Además, es más frecuente en personas miopes o que ya han tenido algún trastorno en la retina.

SíNTOMAS Y EXPLORACIÓN

Los principales síntomas que pueden indicar la presencia del desprendimiento de la retina son:

  • Destellos luminosos y moscas volantes. En el 60% de los casos pueden aparecer síntomas premonitorios como destellos luminosos (fotopsias) y moscas volantes (miodesopsias).
  • Defecto en el campo visual. Tras un periodo de tiempo aparece un defecto del campo visual, el paciente lo suele describir como telón o cortina negra.
  • Pérdida de visión central. Aparece cuando se ve afectada la múcula.

Por lo tanto, el desprendimiento de retina sólo cursa con síntomas visuales, sin dolor ni molestias.

El desprendimiento de la retina se diagnostica revisando el fondo de ojo después de la dilatación de la pupila, habitualmente usando un instrumento llamado oftalmoscopio.

PRONÓSTICO

El pronóstico visual depende de la existencia de desprendimiento de la mácula . Si la mácula no está afectada probablemente se mantendrá la agudeza visual preoperatoria. Por el contrario, si la mácula está afectada el resultado dependerá del tiempo de evolución.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Debido a la relevancia que tienen determinadas lesiones de la retina periférica (desgarros retinianos, agujeros atróficos, etc.) en la aparición de un desprendimiento de retina hay que tratar dichas lesiones (principalmente con fotocoagulación con láser o crioterapia) cuanto antes para evitar que ocasionen problemas más graves.

En los pacientes con desprendimiento de retina en un ojo debe explorarse siempre el ojo contralateral sano con el fin de buscar y tratar de forma preventiva las degeneraciones existentes.

Además, las personas con miopía o con familiares que hayan tenido desprendimiento de retina deben realizarse periódicamente exámenes oculares completos para detectar posibles cambios en el vítreo o en la retina. Asimismo, la aparición súbita de moscas volantes o un aumento brusco de las ya existentes, así como la aparición de destellos luminosos en el campo de visión deben ser consultados rápidamente con un especialista en oftalmología.

TRATAMIENTO

Por lo tanto, en un primer momento, si la retina únicamente está desgarrada y aún no se ha producido el desprendimiento, el oftalmólogo puede optar por un tratamiento preventivo aplicando un láser en la consulta (fotocoagulación) o un tratamiento con frío (crioterapia). Una vez que la retina se ha desprendido, el único tratamiento posible es la aplicación de algunas técnicas de cirugía.

La cirugía del desprendimiento de la retina debe ser lo más precoz posible para mejorar así la tasa de éxito y el resultado visual final. Al paciente se le recomendará reposo postural a fin de evitar o minimizar la progresión del desprendimiento, facilitando el acto quirúrgico.

El objetivo principal será cerrar las roturas retinianas y colocar la retina en su sitio. Para ello podemos recurrir a diferentes técnicas quirúrgicas:

  • Retinopexia neumática: El objetivo es emplear una burbuja intravítrea de gas expansible para adherir la retina y cerrar la rotura retiniana después. La técnica es ambulatoria en consulta o quirófano, bajo anestesia tópica y en condiciones de asepsia. El cirujano inyecta en la cavidad vítrea un gas y realiza un tratamiento postural con la cabeza de forma que la rotura esté en la posición más alta (5-7 días). Cerrará la rotura a las 24 horas con láser.
  • Cirugía escleral o extraescleral: El objetivo es crear una indentación de la esclerótica con el propósito de cerrar las roturas retinianas. Se suele indicar en los pacientes con desprendimientos no complicados. Los resultados son de éxito en el 85-90% de los casos.
  • Vitrectomía vía pars plana: En estos casos, mediante un abordaje intraocular, se elimina la tracción del vítreo y se recoloca la retina. A continuación se realiza la retinopexia con endolaser. La vitrectomía se realiza en quirófano, bajo anestesia local y con un instrumental muy sofisticado.

Al final la recomendación es visitar a su RETINOLOGO o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/retinologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.