Es un trastorno cutáneo prolongado (crónico) que consiste en erupciones pruriginosas y descamativas.

Otras formas de eccema abarcan:

  • Dermatitis de contacto
  • Eccema dishidrótico
  • Eccema numular
  • Dermatitis seborreica

La dermatitis atópica se debe a una reacción (similar a una alergia) en la piel, que lleva a hinchazón y enrojecimiento continuos. Las personas con dermatitis atópica pueden ser más sensibles debido a que su piel carece de ciertas proteínas.

La dermatitis atópica es más común en bebés y puede comenzar incluso ya a la edad de 2 a 6 meses. Muchas personas lo superan con el tiempo a comienzos de la vida adulta.

Las personas con dermatitis atópica a menudo tienen asma o alergias estacionales.  A menudo, hay antecedentes de afecciones alérgicas como asma, rinitis alérgica o eccema. Las personas con dermatitis atópica a menudo dan positivo en las pruebas cutáneas para alergias; sin embargo, esta dermatitis no es causada por alergias.

Los siguientes factores pueden hacer empeorar los síntomas de la dermatitis atópica:

  • Alergias al polen, el moho, los ácaros del polvo o los animales
  • Resfriados y aire seco en el invierno
  • Resfriados o la gripe
  • Contacto con materiales irritantes y químicos
  • Contacto con materiales ásperos como la lana
  • Piel reseca
  • Estrés emocional
  • Resecamiento de la piel por tomar muchos baños o duchas o nadar con mucha frecuencia
  • Enfriarse o acalorarse demasiado, al igual que cambios súbitos de temperatura
  • Perfumes o tintes agregados a las lociones o jabones para la piel