La llegada de un niño con síndrome de Down siempre puede tomar por sorpresa a la familia y en especial a la madre, que con ansias esperan la llegada de su hijo. Los cuidados, evaluaciones e incluso el ingreso al sistema educativo son preguntas frecuentes que toda mamá se hace, y más en estos casos, en donde se necesita una orientación profesional especializada.
La Dra. Macarena Lizama, pediatra de Red Salud UC y editora del libro “Manual de Atención Temprana para niños y niñas con Síndrome de Down” nos señala que una buena recomendación para una mamá que recién se entera que su hijo tiene síndrome de Down, puede variar de familia en familia, lo esencial es poder comprender que este tipo de niños no tienen una enfermedad, sino una condición distinta y la estrategia es pensar que va a nacer un bebé diferente, pero saludable.
Según la pediatra, en el periodo de recién nacido inmediato, lo fundamental es evaluar si existe alguna malformación asociada, entre ellas las cardiopatías congénitas, patología frecuente en los niños síndrome de Down, además de realizar el examen de hipotiroidismo, que se debe ejecutar en las primeras 48 horas de vida, para detectar si hay déficit de la hormona tiroidea.
Otro factor importante son los cuidados que debe tener una mamá con un niño recién nacido con Síndrome de Down, “lo principal es observar la alimentación, porque son niños más flojos para comer, es más difícil que se acoplen bien al pecho materno, por lo tanto la ayuda y el apoyo en ese período es muy importante”, señala la especialista.
Una de las recomendaciones principales que hace la Dra. Lizama es la estimulación temprana. Consiste en favorecer en el niño sus habilidades y desarrollo de manera paulatina, lo más precoz posible y dentro de las habilidades que tenga cada infante. Se estimula desde el primer mes de vida en adelante, y esto lo pueden recibir en el hogar de parte de los propios familiares, pero lo ideal es que sea apoyado por profesionales. “Instintivamente una mamá puede hacer un ejercicio, pero si hay un profesional detrás que lo puede orientar para facilitar movimientos y fortalecer las habilidades de manera adecuada, va a ser mucho más enriquecedor. Hoy en día, la estimulación temprana ha cambiado el desarrollo futuro de los niños”, indica.
En la línea de la educación, el proceso de escolarización debería ocurrir desde que el niño ingresa al jardín infantil o sala cuna, “en lo particular, como especialista promuevo el sistema inclusivo, y que ojalá la mayoría de los recintos del sistema educativo estén preparado para recibir un niño distinto”, señaló la doctora. Y afirma que en nuestra realidad, este proceso es difícil, sobre todo para las mamás que muchas veces peregrinan hasta encontrar un lugar adecuado para sus hijos. “Lo aconsejable es entregar herramientas para que los niños se puedan desarrollar al máximo, tener confianza que van a aprender, probablemente ese aprendizaje les va a costar un poco más que a otros niños, pero lo importante es no perder el entusiasmos de hacerlo y de motivarlo”, manifestó la pediatra.