El cuidado de las heridas es una técnica estéril, por lo que previamente a su realización se deberá realizar lavado de manos y colocación de guantes. Además, es fundamental informar al paciente sobre el procedimiento (que en ocasiones es desagradable o doloroso) y preservar su intimidad.

El cuidado de la herida se realizará en la posición más adecuada para el mismo (según la localización de la herida) y dependerá de las características de la lesión: extensión, profundidad, zonas afectadas, etc.

El objetivo de la limpieza de heridas es retirar restos orgánicos e inorgánicos presentes.

Existe un código de colores llamado RAN ( rojo-amarillo-negro) en cuanto al cuidado de heridas:

  • Heridas con fondo rojo. Se trata de heridas limpias y con tejido de granulación que se deben proteger y manipular poco. Se limpiarán con un agente limpiador sin ejercer presión y nunca se retirarán los restos del agente limpiador con gasas secas.
  • Heridas con fondo amarillo. Son heridas que tienen esfacelos y placa semisólida. Se tomará cultivo si procede. Se limpiarán con suero fisiológio, retirando el tejido no deseado y limpiando por arrstre con gasa seca.
  • Heridas con fondo negro. Indican rejido necrótico y deben ser desbridadas.