La noticia de un proceso de cáncer puede cambiar la vida tanto de los pacientes como de sus familias. Es normal estar asustado, sentir miedo, ansiedad, desesperanza… ante los resultados, especialmente a la hora de visitar al oncólogo médico. Pero es importante saber que, a día de hoy, más del 50% de los cánceres se cura, gracias a los avances en medicina molecular, con tratamientos eficaces, personalizados, y cada vez menos tóxicos.
Durante la visita es probable que recibas gran cantidad de información. No te preocupes, no tienes por qué entenderla toda ni memorizarla. Puedes solicitar que te la repitan o que te la den por escrito. Además, si te informas por otras vías, asegúrate de que las fuentes que consultes son fiables.
Para tratar un cáncer de la manera más eficiente posible, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) incide en la necesidad de que el paciente reciba la ayuda de un grupo de profesionales coordinado. El oncólogo, el radiólogo, el cirujano… deben estar implicados de manera absoluta en tu caso. Si no sientes que es así, tienes derecho a cambiar de hospital y recibir el trato con el que te sientas más cómodo. Además, un equipo multidisciplinar podrá ofrecerte consejos de vida saludable o los cuidados necesarios en el proceso de la enfermedad.