El tratamiento variará en función del estado y la gravedad de la enfermedad y de los síntomas que presente el enfermo. Así, en pacientes con colelitiasis asintomática no será necesaria la cirugía y se optará por llevar a cabo un seguimiento exhaustivo para ver cómo avanza la enfermedad, mientras que en pacientes que presentan síntomas o complicaciones se optará por el tratamiento mediante medicamentos o por la cirugía.

En los casos en los que se detecta una litiasis vesicular se recomienda la extirpación quirúrgica de las piedras por cirugía laparoscópica o mínimamente invasiva. El doctor Machado explica que en este tipo de cirugía por vía laparoscópica “el dolor postoperatorio es leve o moderado durante las primeras 24-48 horas y cede con analgesia convencional. Además, la reincorporación al trabajo y a la vida normal suele ser a la semana de la intervención quirúrgica”. Otras de las ventajas que presenta este procedimiento son;

  • reducción del tiempo de estancia hospitalaria
  • menor riesgo de complicaciones frente a una cirugía abierta
  • un cuidado más sencillo de las pequeñas heridas provocadas por las incisiones.