El 20% de los niños serán sometidos a una operación. Es importante saber cuándo consultar al pediatra y cuáles son las patologías más frecuentes.

La cirugía infantil y neonatal involucra a toda la familia, no se trata solo del paciente que se opera, debido al desconocimiento y el temor que puede surgir entorno a esto.

Más del 20% de los niños, serán sometidos a una cirugía. Existe una amplia gama de enfermedades pediátricas que tienen como indicación una operación, muchas de estas son por malformaciones congénitas y patologías crónicas.

Es muy importante que los padres estén atentos a los controles y al examen general y genital que realiza periódicamente su pediatra. Un dolor intenso o un aumento de volumen, en cualquier parte del cuerpo, deben motivar una consulta con el pediatra o cirujano infantil. En caso de lesiones o quemaduras, siempre es mejor consultar y no minimizar la afección.

Algunas de estas cirugías se realizan a pocas horas o días de haber nacido. “La cirugía de recién nacidos necesita un médico certificado, la cirugía mínimamente invasiva permite una precisión en los procedimientos.

Existen dos tipos de cirugías: Las de urgencia y las electivas. “Si estamos enfrentados a una herida, a un dolor importante en el abdomen o en el testículo es recomendable que consulten a un servicio de urgencia.  Exsisten  cirujanos infantiles de diferentes sub-especialidades. Por otro lado, es importante estar atentos a alteraciones, como son la aparición de algún bulto, amerita una consulta para definir si es que requiere alguna cirugía”.

Para la tranquilidad de los padres, la recuperación de los niños es rápida, a la semana -la gran mayoría- ya están dados de alta.

“lo cierto es que son buenos pacientes, como son inquietos privilegian más el jugar que el estar en la cama. Entonces rápidamente son recuperados y rápidamente se están moviendo, hacen que su recuperación, el retorno a sus actividades habituales, sea más rápida.

Fuente:  Doctor Jorge Godoy, cirujano infantil