La anemia es una patología en la que se presenta un déficit de la concentración de hemoglobina en sangre y/o del hematocrito que, generalmente se encuentra acompañado de un bajo recuento de glóbulos rojos (eritrocitos). Los glóbulos rojos son los responsables de transportar el oxígeno a través de la sangre, desde el pulmón hacia los órganos y tejidos. Además, la mayor parte de este oxígeno se transporta unido a la molécula de hemoglobina. Tanto si se reduce el número de hematíes, como la concentración de hemoglobina, consecuentemente se reducirá el suministro de oxígeno en el cuerpo. Existen varios tipos de anemias, el más frecuente es la anemia por déficit de hierro.

Los distintos tipos de anemia obedecen a causas diferentes, como puede ser, por ejemplo, la pérdida de hierro por hemorragias o el déficit de componentes de nuestro organismo importantes en la formación de la sangre. En España, como en el resto de Europa, la forma de anemia más común es la anemia por deficiencia de hierro. El 80% de media de todos los casos es de este tipo. Las mujeres, con un 80% de los casos, son las más afectadas por la deficiencia de hierro, sobre todo aquéllas en edad fértil. Debido a la menstruación, pierden continuamente sangre y así también el hierro contenido en los glóbulos rojos.

Las personas con anemia suelen presentar signos y síntomas como palidez, fatiga con leves esfuerzos, debilidad, disnea e incluso mareos. El tratamiento de cada tipo de anemia depende de su causa. La anemia por falta de hierro precisará un tratamiento basado en complementos de hierro, pero también, se necesitará hallar la causa de esas pérdidas y resolverlas