Muchos pensamos erróneamente, que la única manera de anticiparse y prevenir las reacciones alérgicas en primavera es vacunándose. Sin embargo, existen una serie de acciones preventivas que puedes realizar a diario para intentar retrasar y/o reducir la aparición de tus síntomas.
- Opta por un tratamiento previo. No tienes que esperar a tener síntomas para iniciar tu medicación. Algunas, como los pulverizadores nasales antialérgicas a base de corticoides, tienen también un importante efecto preventivo. Aplicándolo los días previos podemos frenar los síntomas y mejorar la respuesta de nuestro organismo.
- Ayuda a tu sistema inmunológico. Existen algunos alimentos que actúan reforzando nuestras defensas y otros que, directamente, ejercen como antihistamínicos en nuestro organismo favoreciendo su respuesta ante el contacto con el alérgeno. Todos aquellos ricos en Vitamina C o B5, por ejemplo, pueden ser grandes aliados.
- Ventila tu hogar en el momento adecuado. Por supuesto, debemos de renovar el aire de nuestra casa, pero eso sí, en las horas más propicias del día. De hecho, un error común es abrir las ventanas a primera hora de la mañana, momento en el que la concentración de polen es muy alta. Lo mejor es entre las 11 y las 18 horas. Vigila los niveles de polen. Ser alérgico no significa tener que quedarse encerrado en casa durante la primavera. Eso sí, tenemos que saber que hay días y horas más conflictivas. Como norma general, debemos intentar evitar aquellos muy calurosos y secos, además de en los que haya mucho viento, y no acudir a sitios conflictivos a primera hora de la mañana ni a partir de la última hora de la tarde, ya que son momentos donde el nivel de acumulación de polen es mayor.
- Utiliza limpiadores con filtros especiales. Para purificar el aire de la casa y evitar el mayor contacto posible con el polen, se aconseja emplear filtros en el aire acondicionado de tu hogar y de tu vehículo.
- Mantén tu ropa al margen de alérgenos. Una norma para los alérgicos, durante esta estación, es no colgar la ropa en el exterior, ya que es muy común que pequeños extractos de polen se queden adheridos a los tejidos. Además, si has pasado un día en el campo o en el parque, debes lavar tu ropa nada más llegar para evitar que el polen se esparza por toda la casa.
Las medidas de prevención de los diversos alergenos consisten básicamente en seguir las recomendaciones de evitar los agentes alérgicos, o dietas sin algunos alimentos, tales como:
- No fumar y no frecuentar lugares donde se concentre humo de tabaco.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y, en épocas de epidemia de gripe o catarro, procurar no permanecer mucho tiempo en lugares cerrados donde haya mucha gente.
- Los olores fuertes que desprenden algunos productos también pueden originar alergia y agravar los síntomas y molestias. Si somos alérgicos, debemos tener cuidado con alimentos como salsas picantes y vinagre, perfumes, lacas, desodorantes, acetona, alcohol, y productos de limpieza para el hogar, entre otros.