Entre las reacciones alérgicas al sol, hay que distinguir dos tipos: una es la urticaria solar, que es la desencadenada directamente por el sol, y otra es la alergia al solreacción fotoalérgica, que está causada por otras sustancias cuando entran en contacto con la luz solar.

La verdadera alergia al sol es un trastorno del sistema inmunológico del niño, que es el responsable de la aparición de las lesiones, tras una mínima exposición a la luz solar. Esta alergia también se conoce como urticaria solar y afecta a un 2 por ciento de los niños que se exponen al sol. La alergia al sol produce un intenso picor en la piel y se manifiesta con una roncha o eczema.

La alergia no empeora en sucesivas exposiciones, pero se repite habitualmente, siempre que el niño se expone al sol con la misma intensidad. En los casos más graves, la puede producir mareos, ahogo o cefaleas. La alergia al sol no es hereditaria, ni existe algún grupo colectivo con una tendencia mayor a desarrollarla