Los acúfenos son ruidos que se escuchan en el interior del oído y que no tienen su origen en el exterior. También se conocen como tinnitus. Lo habitual es que quien los sufre perciba zumbidos o pitidos. Es una dolencia que se investiga de manera exhaustiva, puesto que hoy no se conoce a fondo. No obstante, sí hay unos cuantos aspectos relacionados con este problema que sí se tienen claros, los conocerás a lo largo de las siguientes líneas.

Desafortunadamente hoy en día no existe cura ni medicación para hacerlos desaparecer es por ello por lo que la mejor manera de combatir los pitidos de tus oídos es aceptándolos, relajándote y aprendiendo a convivir con ellos.

Pueden resultar muy molestos y llegar incluso a dificultar la vida diaria, las actividades cotidianas e incluso empeorar la calidad y cantidad del sueño.

Según la intensidad o frecuencia de los síntomas, existen dos tipos de acúfenos:

  • Agudos: que se manifiestan en períodos breves, no implican pérdida auditiva y desaparecen espontáneamente.
  • Crónicos: persisten durante más de seis meses.

Como decíamos al principio, los acúfenos se escuchan en el interior del oído, pero no vienen del exterior. No es un tema que se pueda tomar a la ligera, ya que puede provocar importantes problemas de salud. No solo puede ocasionar una pérdida a nivel auditivo, también tu salud emocional se puede ver afectada.

Muchas personas que sufren tinnitus acaban padeciendo problemas de insomnio estrés, ansiedad e incluso depresión. Como ves, hay que tomar medidas lo antes posible.

Hay diferentes orígenes asociados a los acúfenos. Por ejemplo, los pueden sufrir las personas que han estado expuestas a sonidos de gran intensidad durante mucho tiempo. Además, también se relacionan con una acumulación de cera en el oído que ha llegado a provocar un tapón. Sin olvidar, que una lesión producida por un golpe en el oído interno también puede ser la causa. Además de lo comentado, los acúfenos se asocian con algunos problemas vasculares y es posible que se trate del efecto secundario de la toma de algún medicamento.

También pueden surgir como secuela resultante de otra dolencia: infección de oídos, tapones de cerumen, problemas cervicales o mandibulares, disminución del riego sanguíneo en el oído, etc…

Es importante que, si percibes cualquier tipo de sonido anormal en el oído, acudas al audiologo cuanto antes.

Como ya hemos comentado, todavía no hay cura o medicación. La terapia más empleada en la actualidad para el reentrenamiento o habituación es la conocida como TRT (“Tinnitus Retraining Therapy”), que se centra no en acabar con los acúfenos sino en habituarse a ellos hasta que deja de ser consciente de oírlos

Además se puede luchar contra sus síntomas de esta forma:

  • Cera. Si los acúfenos están ocasionados por un tapón de cera, ayudará eliminar dicho tapón.
  • Problema vascular. Si su origen es un trastorno vascular, será necesario un diagnóstico preciso y tratar el problema en cuestión.
  • Medicación. Si se trata de un efecto secundario de una medicación, se tendrá que cambiar si es posible.
  • Evita escuchar música con auriculares y, si lo haces, pon un volumen bajo.
  • Evita, por lo general, sitios ruidosos, como discotecas.
  • Haz deporte, para reducir el estrés.
  • Mantente ocupado.
  • No beber alcohol ya que al día siguiente los acúfenos suelen estar más altos.

Procura no tomar quinina (en la tónica, por ejemplo), aspirina y antiinflamatorios, porque contienen sustancias perjudiciales para los tinnitus.

Por otra parte, los audífonos son la solución más rápida hoy en día, porque pueden emitir un sonido imitando la misma frecuencia que el acúfeno, de modo que lo anulan. Es lo mismo que hacen los auriculares con cancelador de ruido, que captan el sonido ambiente con un micro y lo invierten. En el caso de los tinnitus, como los audífonos no pueden percibir el silbido que cada uno oye, la mayoría llevan incorporados un banco de sonidos del mar, de una cascada, de brisa o cualquier ruido blanco, cuyas frecuencias suelen coincidir con las de los acúfenos y se trata de descubrir con tu audioprotesista cual es el mejor sonido para tu caso e ir ajustándolo hasta dar con la frecuencia exacta.