Las lesiones de urticaria aparecen en la piel de los niños por la liberación de unas sustancias inflamatorias presentes en las células de la piel, como la histamina, que actúan produciendo las típicas lesiones cutáneas de urticaria-angioedema, con los característicos habones o ronchas y en ocasiones manchas rojas sin relieve llamadas máculas. Esta liberación de sustancias inflamatorias en la piel puede deberse a causas alérgicas o no alérgicas, sin que se pueda diferenciar entre ambas.
Lo más habitual es que no se pueda llegar a determinar cuál es la causa. Puede ser por alimentos, medicamentos, contacto con animales u otras sustancias, picaduras de insectos, ciertos tejidos, cremas, jabones, anisakis o infecciones. A veces la alergia interviene en estas causas, pero en la mayoría de ellas no. Por otro lado, la urticaria-angioedema puede asociarse de forma muy infrecuente a otras enfermedades cutáneas, hormonales, autoinmunes, o tumorales.
Por lo general, la urticaria suele estar ocasionada por un solo agente. Sin embargo, durante los días que dura puede haber una serie de factores que actúen como activadores inespecíficos y empeoren la piel ya reactiva. Por ejemplo, un aumento de temperatura del cuerpo por fiebre o ejercicio físico, la exposición al sol o la digestión, pueden hacer que la dermis reaccione más.
Para despejar las dudas que puedan surgir ante la aparición de urticaria en niños en cuanto a su detección, diagnóstico y tratamiento, lo recomendable es una valoración por un médico especialista en este caso un alergólogo pediatra