La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de la orina. Existen dos tipos de incontinencia: la incontinencia urinaria transitoria e incontinencia urinaria permanente. De igual manera se pueden clasificar dependiendo del evento que la provoca en incontinencia urinaria de esfuerzo (se presenta cuando hay un esfuerzo físico), e incontinencia urinaria de urgencia que es la pérdida involuntaria de orina cuando la persona tiene deseos urgentes de orinar.


Esta enfermedad es mucho más frecuente en las personas de la tercera edad, aunque ocasionalmente puede presentarse en personas jóvenes, pero en todos los casos siempre será secundaria a una patología.

La incontinencia urinaria transitoria está relacionada con mujeres jóvenes que sufren de cistitis. Igualmente se produce en mujeres que presentan una inflamación vaginal causada posiblemente por bacterias y que tienen cistitis como síntoma secundario a ello. En este último tipo, el examen de orina aparecera como norma a diferencia del primero donde aparecen signos de infección urinaria. El tratamiento en ambos casos esta orientado a elminar la causa de infección en la vagina o en la vejiga.

El abuso del alcohol y ciertos tipos de medicamentos como los diuréticos pueden provocar la incontinencia urinaria.

Los problemas psiquiátricos también influyen en el control de la incontinencia urinaria transitoria.

Cuando se toman excesivamente líquidos, cafeína se desencadena una producción en exceso de orina. Enfermedades metabólicas no controladas como la diabetes también pueden provocar un exceso de producción de orina.

Otros factores como los mecánicos y visuales que impiden al enfermo alcanzar el baño fácilmente puden provocar una pérdida involuntaria de orina.

Incontinencia urinaria establecida: Cuando el especialista ha descartado las causas de incontinencia urinaria de tipo transitoria (vistas  anteriormente), debe verificar la existencia de una anormalidad física de los conductos urinarios, esclerosis múltiple, mal de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, secuelas de una cirugía de extracción de la próstata, lesiones, lesiones en la médula espinal baja, alcoholismo o deficiencia de vitamina B12; cáncer de vejiga, etc.

La presencia de contracciones involuntarias de la vejiga son la causa más frecuente de incontinencia urinaria establecida en los ancianos. El síntoma más frecuente es una necesidad urgente, frecuente y repentina de orinar que obliga a “correr” a la persona hasta el baño y encontrar que hubo pérdida involuntaria de orina.

En mujeres jóvenes, la debilidad del esfinter de la vejiga (músculo que controla la salida de orina) es la causa más frecuente de incontinencia urinaria establecida. Esto se presenta generalmente al toser, al reirse o hacer un esfuerzo físico.

En los hombres generalmente la causa se da después de una prostatectomía (extracción de la próstata). También es frecuente una obstrucción del esfinter de la vejiga causada por el crecimiento de la próstata. 

Cuando el esfinter de la vejiga no esta trabajando correctamente, entonces habrá una retención de la orina que ocasiona  una salida involuntaria de ella por rebosamiento. Esto sucede generalmente cuando el paciente tiene diabetes, mal de Parkinson o es alcohólico.

Los Exámenes: generalmente el médico pedirá al paciente que tome nota del número de veces que orina en el día, así como los momentos de urgencia e incontinencia lo cual es muy importante ya que, con estos datos el médico puede determinar el tipo de medicamento y el mejor momento para utilizarlo. 

Actualmente se considera que existe nictura (urgencia urinaria nocturna) si el paciente orina más de 3 veces en la noche si duerme más de 8 horas y  2 veces si duerme menos de 5 horas.

El médico realiza un examen físico que descarte las patologías que habíamos anotado previamente y considerará la medicación tomada por el paciente. Sugerirá exámenes de laboratorio y una prueba especial llamada urodinamia la cual mide la velocidad  a la que se expulsa la orina, la contracción de la vejiga y los residuos que quedan en ella. Este examen es necesario antes de realizar una cirugía que corrija la incontinencia.

El Tratamiento: inicialmente el médico pedirá al páciente disminuir la incontinencia su frecuencia urinaria, es decir, por ejemplo que si se presenta incontinencia cada 3 horas vaya al baño cada dos horas y media; posteriormente, cuando el paciente ha aprendido a controlar sus micciones, el médico le aumentará el horario para orinar como por ejemplo cada 4 horas. De igual forma regulará la cantidad de líquidos que el paciente toma, especialmente los que se ingieren en la noche cuando presenta nicturia (urgencia urinaria nocturna). De todas formas los pasos a seguir serán dados de acuerdo a la evolución de la enfermedad.

Cuando el caso se da por una debilidad del esfinter de la vejiga se recomienda bajar de peso y hacer unos ejercicios especiales llamados ejercicios de Kegel.

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