¿Tu médico te ha solicitado un ultrasonido abdominal pero no sabes a ciencia cierta qué es? Nosotros te lo decimos. Un ultrasonido abdominal es una prueba que le permite a tu médico ver lo que está pasando dentro de tu abdomen. Esta prueba, también denominada “ecografía abdominal”, es un examen seguro y sin dolor en el cual se utilizan ondas sonoras para obtener las imágenes del abdomen.
Durante el estudio, una máquina de ultrasonido envía ondas sonoras hacia la zona abdominal y las imágenes se registran en una computadora. Las imágenes en blanco y negro muestran las estructuras internas del abdomen, como el apéndice, los intestinos, el hígado, la vesícula biliar, el páncreas, el bazo, los riñones y la vejiga urinaria.
El ultrasonido completo de abdomen permite evaluar todos los órganos abdominales. Un ultrasonido limitado del abdomen evalúa uno o varios órganos, pero no la totalidad de ellos.
Por qué se realiza
Los médicos solicitan ecografías de abdomen cuando están preocupados por síntomas como dolor abdominal, vómitos reiterados, análisis anormales de la función renal o del hígado, o inflamación abdominal.
Las ecografías abdominales pueden mostrar el tamaño de los órganos del abdomen y ayudar a evaluar lesiones o enfermedades de los órganos abdominales.
Las ecografías pueden ayudar a determinar las siguientes afecciones específicas:
- apendicitis (inflamación del apéndice)
- estenosis pilórica (estrechez de la parte inferior del estómago, que bloquea el paso de alimentos desde el estómago hacia los intestinos)
- cálculos en los riñones o en la vesícula biliar
- masas abdominales, como tumores, quistes o abscesos
- líquidos anormales en el abdomen
Las ecografías abdominales se pueden utilizar para orientar los procedimientos como las biopsias por punción o la inserción de catéteres (para ayudar a garantizar la colocación precisa de la aguja o el catéter).
Los ultrasonidos abdominales también se utilizan para controlar el crecimiento y el desarrollo de los bebés dentro del útero durante el embarazo.
Preparación
Por lo general, no es necesario hacer nada especial para prepararse para un ultrasonido abdominal, pero es posible que el médico le pida que su hijo no coma ni beba nada durante varias horas antes del análisis. Antes de que comience el estudio, debe indicarle al técnico si su hijo está tomando algún medicamento.
Procedimiento
El ultrasonido abdominal se suele realizar en el departamento de radiología de un hospital o en un centro radiológico. Por lo general, se permite que los padres acompañen al niño para tranquilizarlo y brindarle apoyo.
Su hijo tendrá que ponerse una bata y recostarse en una camilla. La sala suele estar oscura para poder ver las imágenes con claridad en la pantalla de la computadora. El técnico (ecógrafo) entrenado en la obtención de imágenes por ultrasonido colocará un gel transparente y tibio sobre la piel del abdomen. Este gel ayuda a transmitir las ondas sonoras.
El técnico después frotará un pequeño instrumento de mano (transductor) sobre el gel. El transductor emite ondas de sonido de alta frecuencia y una computadora mide de qué manera las ondas rebotan en el cuerpo. La computadora transforma esas ondas sonoras en imágenes que se pueden analizar. A veces, al finalizar el estudio, entra un médico para ver a su hijo y tomar algunas imágenes más. El procedimiento suele demorar menos de 30 minutos.
Qué esperar
El ultrasonido abdominal es indoloro. Es probable que su hijo sienta una ligera presión en la zona abdominal mientras se mueve el transductor sobre el cuerpo y, quizás, el gel se sienta húmedo o frío. Debe decirle a su hijo que se quede quieto durante el procedimiento para que las ondas sonoras puedan llegar a la zona con eficacia. Quizás el técnico le pida a su hijo que se recueste en distintas posiciones o que contenga brevemente la respiración.
Si tienes preguntas acerca del ultrasonido abdominal, habla con tu médico. También puedes hablar con el técnico antes del procedimiento.