Saltar la cuerda es un excelente complemento en las rutinas de ejercicio. Es una actividad muy completa porque nos hace usar tanto nuestras piernas, nuestros brazos y abdomen.
A diferencia de otro tipo de complementos para ejercitarse, una cuerda de saltar no ocupa casi lugar y tampoco necesita mucho espacio para ser utilizada, por lo que se puede realizar en casa, oficina, escuela o cualquier lugar.
Las razones para practicar este ejercicio son:
1. Se queman calorías.
2. Se tonifica todo el cuerpo entero: brazos, piernas, tronco y espalda.
3. Es fácil de aprender. No se necesita ser un experto ni tener estudios sobre atletismo para aprender.
4. Mejora la habilidad para otros juegos, ya sea nadar, jugar tenis, fútbol o boxeo.
5. Es muy barato, portátil y no se depende del clima.
6. Puede hacerse solo o en grupo.
Si no has saltado la cuerda desde la infancia, recuerda que exige a tu cuerpo coordinación. Inicialmente, debes practicar los movimientos de pie y brazo por separado.
Sujeta la cuerda en una mano y mécela para desarrollar un sentido para el ritmo. A continuación, sin utilizar la cuerda, práctica saltos.
Por último, pon los dos pies juntos. Probablemente vas a hacer los saltos bien continuamente durante un minuto. Practica saltando con menor intensidad y luego serás capaz de saltar por períodos más largos.
Probablemente nunca vas a querer saltar por más de 10 minutos. Por esto, es mejor incorporar el saltar la cuerda en una rutina de ejercicios variados. Comienza por no saltar más allá de una pulgada del suelo.
La mayor intensidad del ejercicio es un salto cada vez que pasa la cuerda. Presta atención a tu objetivo de tiempo-calorías. Saltar durante 30 minutos la cuerda nos hará quemar aproximadamente 330 calorías. Correr durante el mismo tiempo a una velocidad de 10 kilómetros por hora nos hará quemar 270 calorías.