El trauma máxilo facial corresponde a todas las lesiones de origen traumático que afectan al macizo facial, determinado por los tercios superior, medio e inferior del rostro. Estas lesiones incluyen el compromiso de los tejidos óseos y blandos faciales y las estructuras alveolodentarias, determinadas por el hueso alveolar, las piezas dentarias, tejidos gingivales y la mucosa oral.

Los síntomas más comunes de un trauma facial:

  • Falta de dientes
  • Visión doble
  • Alteración de la sensibilidad del rostro
  • Irregularidad o deformidad o de los huesos faciales
  • Dificultad para respirar a través de la nariz debido a sangrado y/o hinchazón
  • Problemas de visión causados por inflamación en la zona alrededor de los ojos

El diagnóstico se lleva a cabo mediante una prueba objetiva. Durante la visita, el especialista podría notar:

  • Sangrado en el área de los ojos y la nariz
  • Obstrucción nasal
  • Desgarros en la piel
  • Hematomas alrededor de los ojos
  • Aumento de la distancia entre los ojos debido a lesiones óseas entre las órbitas

Además, el médico deberá evaluar los síntomas que pueden llegar a ser indicio de fracturas óseas:

  • Irregularidades en la cara y sensaciones anormales en la mejilla
  • La mandíbula se mueve a pesar de que la cabeza está quieta

El Medico puede entonces solicitar una Tomografia de la cabeza para evaluar los daños adicionales.
El trauma en el territorio facial representa uno de los problemas de salud más importantes a nivel mundial. Debido a su alta gravedad y complejidad, estas lesiones a menudo se asocian a una alta morbilidad, pérdida de función y a un alto costo estético, social y económico. Actualmente su prevalencia ha incrementado considerablemente, probablemente por el aumento del ritmo social y laboral de nuestra población.
La prevalencia del trauma facial entre géneros, tiene una relación de 1:3 entre mujeres y hombres, pero es importante destacar que existe un incremento del número de pacientes del género femenino en el último tiempo, probablemente por las mayores actividades sociales y deportivas actuales de la mujer.
Existe, también, una diferencia en la prevalencia del trauma facial según el rango etario, destacando un mayor número de fracturas de los huesos faciales en pacientes adultos, a diferencia de los pacientes pediátricos, donde se observa un menor número de este tipo de fracturas pero una mayor prevalencia de trauma alveolo-dentario. Relación que se explica por la mayor plasticidad del esqueleto facial de un niño, que determina una mejor absorción de las fuerzas traumáticas y por la menor proporción en la relación de tamaño entre los huesos de la cara con los del cráneo.
La etiología del trauma máxilo facial es muy variada. Se pueden mencionar como las más importantes a los accidentes de tránsito, laborales y deportivos, agresiones interpersonales, caídas, entre otros.
Estas variables etiológicas están relacionadas con el nivel socio-cultural de una población, donde el consumo de alcohol y drogas asociado a violencia interpersonal resultan ser la principal causa del trauma facial.
Debido a que el macizo facial constituye, contiene y se relaciona con estructuras y elementos anatómicos vitales, el manejo de sus lesiones requiere de un diagnóstico oportuno y de un manejo de urgencia adecuado. Es así, que muchas lesiones faciales son provocadas por traumatismos de alta energía, determinando que estos cuadros traumáticos no se presenten de forma aislada sino que se puedan observar, de forma concomitante, lesiones en otras estructuras como el sistema nervioso central y periférico, bulbos oculares, vías respiratorias, etc, requiriendo un manejo, para este tipo de pacientes de un equipo multidisciplinario, en el contexto de un paciente politraumatizado.
El diagnóstico clínico y tratamiento básico inicial de este tipo de lesiones es fundamental para un manejo adecuado desde el punto de vista funcional y estructural. Es así que este artículo analiza, en términos generales, el trauma facial y dentoalveolar, según sus características semiológicas e imagenológicas básicas, especificando las estructuras comprometidas para cada una de estas lesiones.

Fuente: Mayo clinic