Las manchas de melasma son asintomáticas (no causan ardor ni prurito) pero representan un problema estético para los pacientes. No presentan mortalidad ni morbilidad asociadas. El tratamiento se basa en uso de bloqueador solar.

 

El melasma (o también conocido como cloasma) es uno de los padecimientos cutáneos más frecuente en los adultos, está constituido por manchas hiperpigmentadas (café o grises) que aparecen principalmente en mejillas, dorso nasal, frente, mentón y labio superior, aunque también se pueden observar en zonas fotoexpuestas como cuello y antebrazos.

Afecta a ambos sexos, siendo más común en mujeres, en pacientes de piel morena y en pacientes que viven en zonas con alta radiación solar.

Causas de melasma

La causa del melasma es la exposición a la radiación ultravioleta ya que ésta estimula la producción excesiva de melanina (pigmento que le da color a la piel). Los cambios hormonales, como el embarazo o el uso de anticonceptivos por ejemplo, pueden exacerbarlo.

Padecimiento asintomático y estético

Las manchas de melasma son completamente asintomáticas (no causan ardor ni prurito) pero representan un problema estético para la mayoría de los pacientes. Su diagnóstico clínico es con base en las características y distribución de las manchas. En caso de duda, se puede también realizar una pequeña biopsia de piel para corroborar el diagnóstico por patología, aunque en la mayoría de los casos esto es innecesario.

Tratamiento del melasma

La piedra angular del tratamiento es el uso de bloqueadores solares diario, cada 2 horas, a pesar de que uno no vaya a estar expuesto directamente al sol debido a que la radiación ultravioleta está presente, aún en interiores, en días nublados o lluviosos y atraviesa ventanas.

En caso de estar en exteriores se recomienda además la utilización de medios físicos de protección (sombrero, lentes y ropa adecuada). Se pueden utilizar también despigmentantes como la hidroquinona o la arbutina.

Así mismo se pueden utilizar tratamientos adyuvantes como retinoides tópicos, vitamina C o el ácido glicólico. El tono de la piel también se puede emparejar utilizando tratamientos con luz pulsada o peelings químicos que aceleran el recambio de la piel.

En la mayoría de los casos el melasma es un padecimiento crónico que mejora con el tratamiento pero que no tiene cura. Afortunadamente es un padecimiento únicamente estético que no presenta mortalidad ni morbilidad asociada.

 

 

Al final la recomendación es visitar a su Dermatologo o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/dermatologos-4/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.