Si estás recibiendo hemodiálisis, hay una serie de cosas que puedes hacer para mantenerte sano y evitar problemas. He aquí algunos consejos para cuidarte:
- Come bien. Necesitarás ingerir la cantidad adecuada (ni excesiva ni insuficiente) de fluidos, sal, vitaminas y minerales cada día. Un exceso de potasio o de fósforo, por ejemplo, puede afectar a los latidos de tu corazón o debilitarte los huesos. Habla con un nutriólogo de la clínica donde te hacen la diálisis sobre un plan de alimentación adecuado para ti.
- Toma medicamentos si te los receta tu médico. Lo más probable es que necesites medicamentos para controlar la tensión arterial, ayudar a fabricar glóbulos rojos y controlar las concentraciones de nutrientes en sangre. Sigue las instrucciones que te dé tu médico y habla con él antes de tomar cualquier medicamento, vitamina o suplemento que no te haya recetado él.
- Organiza las cosas con tiempo de antelación. Si vas a salir de viaje, asegúrate de que podrás continuar con tu tratamiento. Si vas a necesitar someterte a diálisis en una localidad distinta a la que resides, llama a la clínica de diálisis con tiempo de antelación y asegúrate de que te pueden dar una hora.
La diálisis es un tratamiento de la enfermedad renal, lo que significa que se hace para que desempeñe la función de los riñones a fin de mantener el cuerpo bien equilibrado. Pero no es una cura. La diálisis, considerada aisladamente, no cura unos riñones que no funcionan bien.
Algunos tipos de enfermedad renal mejoran y los afectados no necesitan someterse a diálisis nunca más. Otra gente deja de recibir diálisis porque se somete a un trasplante de riñón. Pero hay personas que necesitan someterse a diálisis durante el resto de la vida. En estos casos, la gente puede ir cambiando entre la hemodiálisis y otro tipo de diálisis llamada diálisis peritoneal, que se suele hacer en la casa del paciente.