Fortalecer el “yo”, esencial en un proceso de depresión
La depresión se caracteriza por un descenso del estado de ánimo, un desinterés por la vida y una disminución del amor propio. Esta última se traduce en reproches y críticas hacia uno mismo, que conduce a un empobrecimiento del yo.
La persona deprimida está preocupada consigo misma y con su estado, lamentándose de su infortunio y del efecto de este sobre su vida. Anhela el cariño de otros, teme el rechazo y realiza esfuerzos para conquistar el favor de sus conocidos. Subordina sus propios intereses y deseos a los de la otra persona.
Factores que pueden influir en el hecho de desarrollar depresión
La pérdida de una persona querida es el precipitante más corriente de depresión. Esta pérdida suele ser la muerte o la separación de la persona querida. En otros casos se trata de una pérdida psicológicamente interna resultante de la perspectiva de que uno va a ser rechazado por su familia o amigos.
Cada individuo tiene una imagen de lo que quisiera ser, o de lo que cree que debería ser, esto es, de su ego ideal. Si una persona siente que está cerca de aquello que desearía ser, tendrá una alta estimación o un alto amor de sí mismo. Inversamente, si queda alejado de sus propios objetivos y aspiraciones, su amor propio resultará afectado.
Las disminuciones en la confianza y la estimación de uno mismo son síntomas cardinales de depresión. La autoestimación de la mayoría de las personas propensas a depresión se ha basado en una aportación continua de cariño y aprobación de las personas de su entorno. La ruptura con personas de este tipo es una amenaza. Pone en peligro la autoestimación de la persona y, por consiguiente, su estado de ánimo.
Cómo suele manifestarse la depresión: síntomas de alerta
La depresión es un trastorno afectivo complejo que incluye, por regla general, mezclas de irritabilidad. La persona deprimida se siente culpable por sus sentimientos hostiles hacia otros. Se siente inadecuada y vuelve su hostilidad contra sí misma, en forma de autoacusaciones y reproches.
Existe frecuentemente una tendencia a la exigencia de perfección, a concederse poco placer a sí mismo y a medir constantemente sus logros para decidir si ha estado o no, a la altura de sus normas internas, juzgando siempre que no da la talla. La vida es un examen y, si se toma algún tiempo para distraerse, se siente culpable. Se sufre un sentimiento de soledad, no se encuentra un acompañamiento interno, se vive el vacío. Lo que dirige hacia la desesperanza.
Por último, hacer referencia a los síndromes somáticos manifiestos, asociados a la negación de que se sufre un trastorno afectivo, la depresión enmascarada. A menudo, estas personas solicitan múltiples visitas a médicos de especialidades diferentes a la Psiquiatría o Psicología.
Las manifestaciones más frecuentes son:
• Neurológicas: vértigos, mareos, cefalea, lumbalgias, neuralgias, dolores crónicos.
• Gastrointestinales: nauseas, vómitos, acidez, diarrea o estreñimiento.
• Cardio-respiratorias: disnea, taquicardia, palpitaciones, dolor torácico.
• Genito-urinarias: dismenorrea, disminución de la libido.
• Cutáneas: prurito, eczema, alopecia, neurodermatitis.
• Generales: cansancio, debilidad, fatiga crónica, sudoración, variaciones del peso, alteraciones del sueño, etc.
Cómo debe ser tratada la depresión
El tratamiento consiste en aliviar el sufrimiento y el sentimiento de culpa que comporta una tortura que llega a ser insoportable. Se trata de estimular la esperanza para proteger a la persona de sí misma, ya que, ella, es su peor enemigo.
Se explorará el significado y las causas de la depresión, con el objeto, tanto de resolver el problema inmediato como de prevenir su repetición en el futuro. Para realizar una psicoterapia requiere reconocer que “no estoy bien y necesito ayuda para comprender por qué no estoy bien y para volver a estar bien”.
La persona deprimida solo desea encontrar alivio a su sufrimiento, es frecuente, que diga que no tiene la menor idea de por qué está deprimida.
La psicoterapia es una técnica que trata constructivamente el sufrimiento de resolver problemas, en vez de eludir ese sufrimiento, lo que genera crecimiento personal y eso fortalece el “YO” y, como consecuencia, se dispone de una mayor capacidad para soportar los acontecimientos de la vida.
Cuanto mayor sea el grado de conocimiento que tenga el individuo acerca de sus procesos psíquicos, mayores serán las probabilidades de que alcance a lograr una buena adaptación de sus deseos y necesidades a la realidad externa. Y, por tanto, pueda tener mejor calidad de vida.
Al final la recomendación es visitar a su PSICOLOGO o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/psicologos-y-psicoterapeutas/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.