El hígado es un órgano insustituible sin el cual el cuerpo humano no podría funcionar. El hígado es esencial para la secreción de la bilis y en el procesamiento de sustancias nocivas en la urea. Las lesiones en el hígado pueden, con el tiempo, dar lugar a enfermedades que afecten su salud general.
Muchos factores externos limitan la acción reguladora y purificadora del hígado. Si un área es devastada, el hígado regenera sus células, pero cuando se somete habitualmente a sustancias nocivas, no puede realizar completamente sus funciones vitales.
Una dieta deficiente en términos de calidad y cantidad sobrecarga el hígado y hace que sea “graso”. Comer demasiados carbohidratos puede crear una acumulación de hidratos de carbono en el hígado. Sin actividad física, el hígado no puede redistribuir los nutrientes proporcionados por los almidones. El sobrepeso es también un factor de mal funcionamiento del hígado, por la deficiente perfusión de las células del hígado y el almacenamiento de sustancias nocivas.
El tabaco y el alcohol también tienen un impacto directo sobre el funcionamiento del hígado: de hecho, las toxinas de estas sustancias son difíciles de sintetizar y evacuar. Un consumo excesivo de alcohol también incrementa el contenido de grasa del hígado y con el tiempo, puede interferir en el proceso de regeneración.
Las consecuencias de un hígado dañado: A pesar de que el hígado tiene propiedades regenerativas, las lesiones sufridas pueden causar cicatrices, las cuales en casos avanzados pueden ser irreversibles y limitar la habilidad del hígado para regenerarse.
Aunque el avance de la enfermedad hepática puede ser asintomática, a menudo, un alto nivel de enzimas hepáticas e incluso ictericia puede ser un síntoma inicial de una enfermedad del hígado.
Lesiones prolongadas pueden ser causadas por infecciones virales, incluyendo hepatitis B o C, o la acumulación de depósitos de grasa en las células del hígado.
Pese a que la gente a menudo asocia la cirrosis del hígado con la ingesta excesiva de alcohol, es posible desarrollar cirrosis sin alcohol. De hecho, un hígado que absorbe demasiado grasas malas o alimentos con almidón puede dar lugar a este tipo de enfermedades. Las condiciones de la diabetes también se ven favorecidos por el exceso de consumo de este tipo de producto.
El hígado es un órgano clave y la enfermedad hepática afecta a todo el cuerpo humano. Entre las causas y la manifestación de la enfermedad, los síntomas son a menudo imprecisos. Una buena salud del hígado implica limitación en el tabaco y el alcohol, y una dieta variada que permita al hígado metabolizar una variedad de nutrientes saludables.