¿Cuándo acudir al foniatra? Esta tabla te ayudará a comprender cuando tu pequeño requiera atención de este especialista:

Niño con
DISFLUENCIA NORMAL
Edad de inicio: 1 ½ a 7 años
Niño con
TARTAMUDEZ LEVE
Edad de inicio: 1 ½ a 7 años
Niño con
TARTAMUDEZ GRAVE
Edad de inicio: 1 ½ a 7 años
Conducta verbal que se oye u observa: Repeticiones de sonidos, sílabas o palabras esporádicas (no más de una vez cada 10 oraciones) y breves (de 1/2 segundo o menos de duración). Ej: Di-di-dime. Repeticiones de sonidos, sílabas o palabras frecuentes (3% de la expresión total o más) y largas. Ej: Di-di-di-dime. Prolongaciones de sonidos de vez en cuando. Repeticiones de sonidos, sílabas o palabras muy frecuentes (10% de la expresión verbal o más) y a veces muy largas (de un segundo o más). Prolongaciones de sonidos y bloqueos frecuentes.
Otras conductas que se oyen u observan: Uso ocasional de pausas, vacilaciones, palabras de relleno como “eh” o “mm”, frases incompletas y reformulación (modificación) de frases. Las repeticiones y prolongaciones comienzan a estar acompañadas de cierre de ojos, parpadeo, miradas al costado y un poco de tensión muscular en los labios o alrededor de la boca. Similares a la tartamudez leve pero más frecuentes y evidentes, posible agudización (elevación de tono) de la voz durante el tartamudeo. Uso de sonidos o palabras adicionales al comenzar a hablar.
Cuando las dificultades se hacen más evidentes: Suelen aparecer y desaparecer cuando el niño está cansado, excitado, hablando de temas nuevos o complejos, haciendo o respondiendo a preguntas o hablando con alguien que no le presta atención. Suelen aparecer y desaparecer en situaciones similares, pero en general, están presentes más de lo que están ausentes. Suelen estar presentes en la mayoría de las situaciones. Son mucho más constantes y fluctúan mucho menos.
Reacción del niño: Ninguna reacción aparente. Algunos se muestran poco preocupados; otros sienten frustración y vergüenza. Casi todos sienten vergüenza y algunos tienen miedo de hablar.
Reacción de los padres: Desde ninguna reacción a una reacción muy marcada. Casi todos se muestran al menos un poco preocupados. Todos muestran algún grado de preocupación.
¿Enviar a un terapeuta? Enviar sólo si los padres están moderada o extremadamente preocupados. Enviar si las dificultades persisten de seis a ocho semanas o si la preocupación de los padres lo amerita. Enviar inmediatamente.