Los síntomas suelen comenzar entre las dos y las seis horas después de ingerir el alimento tóxico.
Dolores abdominales, diarrea, fiebre, vómitos… Sufrir una intoxicación alimentaria no es nada agradable y, aunque suele mejorar en un par de días, lo mejor es no tener que pasar por ello.
Pero millones de personas sufren cada año este tipo de intoxicación, aunque hay formas de evitarla.
BBC Mundo te explica algunos consejos básicos a la hora de cocinar, almacenar y recalentar alimentos que te mantendrán alejado de las bacterias, parásitos, virus o toxinas que causan este desagradable malestar.
Las reglas del pollo
La bacteria campilobacteria -que se encuentra en el pollo crudo- es considerada como la causa bacteriana más común de gastroenteritis humana en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
En muchos países, el organismo se aísla 3-4 veces más frecuentemente de pacientes con infecciones del tracto alimentario que otros enteropatógenos bacterianos, como salmonella o E. coli.
Una infección aguda puede tener graves consecuencias a largo plazo.
Para matar a la campilobacteria, el pollo debe estar bien cocinado.
Para averiguar si lo está, pincha la parte más gruesa y asegurarse de que los jugos que fluyen sean claros. Además, corta hasta lo más profundo y asegúrate de que no hay carne rosa en el interior.
Si el pollo no está listo, cocínalo durante más tiempo y vuelve a probar.
Mantén siempre el pollo en la nevera y evita que el pollo crudo entre en contacto con otros alimentos.
Lavate siempre las manos, los cuchillos y las tablas de cortar con jabón y agua caliente tras manipular el pollo crudo.
Puedes utilizar termómetros para evaluar la temperatura en el centro de la carne.
Son fáciles de usar y suelen ser baratos.
Las recomendaciones establecidas aconsejan que el pollo alcance los 74ºC.
¿Es peligroso comer carne cruda?
Los cortes de carne de res tienen una textura densa que las bacterias, normalmente, no pueden penetrar. Por eso se pueden comer los filetes poco hechos.
Pero el exterior de la carne sí tiene que estar bien cocinado para matar las bacterias de la superficie.
El cerdo, por el contrario, debe estar siempre cocinado en su totalidad.
Corta la carne para comprobar cómo está en el centro. Si todavía está rosa, continúa cocinándola, limpia el cuchillo y vuelve a hacer comprobaciones.
Cuando cocinas hamburguesas en casa, también hay que cocinarlas hasta el centro.
Algunos restaurantes ofrecen hamburguesas término medio o un cuarto, algo que es posible y seguro en algunas circunstancias, si se siguen unas prácticas concretas en la cadena alimenticia hasta el restaurante.
Las salchichas y las albóndigas tampoco deben comerse crudas. Esto se debe a que las bacterias que están en la superficie pueden haber contaminado el alimento durante la mezcla y el procesamiento.
Deben estar totalmente cocinadas, hasta el centro.
Si tienes dudas, utiliza un termómetro para asegurarte de que la comida alcanza los 71ºC hasta en el interior.
¿Qué significan las distintas fechas?
Cuando un alimento empaquetado lleva en la etiqueta la leyenda “Fecha de caducidad”, significa que se trata de alimentos que te harán enfermar si los consumes una vez caducados, como la carne de ternera, el pescado, las aves de corral, los lácteos…
Nunca los comas después de esta fecha.
Los alimentos con la etiqueta de “Consumir preferentemente antes de” pueden normalmente comerse después de esa fecha. Suelen ser alimentos secos, como las galletas, que no se estropean rápido, pero que tampoco tendrán su mejor sabor.
¿Cuándo es seguro comer sobras?
La Agencia de Estándares Alimenticios de Reino Unido recomienda que solo recalentemos los alimentos una vez.
Calentar los alimentos hasta los 74ºC mata las bacterias.
Las microondas pueden dejar partes frías si no mezclas la comida durante el proceso de calentamiento. Si quedan partes frías, esto significa que las bacterias están todavía presentes.
El arroz tiene un riesgo extra debido a una bacteria llamada bacillus cereus. Produce una toxina que no se destruye con el calor.
Por eso, aunque recalentar el arroz mata las bacterias, no elimina esa toxina.
Para reducir los riesgos, pon el arroz cocinado en la nevera en cuanto esté frío, y sólo recaliéntalo una vez.
Mantén la nevera fría
Mantén la nevera dentro de un rango seguro de temperatura, entre los 0º y 5ºC.
No pongas alimentos calientes en la nevera, porque pueden aumentar la temperatura hasta niveles no seguros.
Espera hasta que la comida se haya enfriado a temperatura ambiente antes de meterla en la nevera.