La colitis ulcerosa afecta a la capa interna del colon y recto. Algunos síntomas son: hemorragia anal, diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso o fiebre. Para abordarla correctamente existen diversas vías, en función de la gravedad del caso.

Colitis ulcerosa: qué es y por qué se produce

La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad inflamatoria crónica de la capa interna (mucosa) del colon y recto que evoluciona a brotes.

No conocemos su causa, si bien puede haber una predisposición genética y ser influenciada por factores inmunitarios de modo que haya anticuerpos que actúen contra la propia mucosa del intestino grueso. Posiblemente haya factores infecciosos, alérgicos, psicológicos o del ambiente que contribuyan a desencadenar esta respuesta inmune anormal.

 

Prevalencia de la colitis ulcerosa

La colitis ulcerosa afecta con mayor frecuencia a adultos jóvenes de ambos sexos. No hay factores de riesgo definidos, y el hecho de haber presentado otros trastornos del intestino grueso, tales como divertículos, pólipos o problemas de salud en general, no influencian en su aparición.

 

Síntomas de la colitis ulcerosa

Los síntomas más importantes son:
– hemorragia por el ano, de mayor o menor intensidad
– diarrea
– dolor abdominal
– pérdida de peso
– fiebre

Ocasionalmente también puede afectar a otros órganos, tales como el hígado, la piel, los ojos o las articulaciones, produciendo inflamación en ellos. Suele desarrollarse como crisis o brotes inflamatorios de más o menos gravedad y que afectan a diferente cantidad de colon o recto, con periodos de estabilidad entre ellos. Además, si la enfermedad es extensa y de años de evolución, existe riesgo aumentado de padecer cáncer de colon.

 

Diagnóstico de la colitis ulcerosa

Tras la sospecha, y ante cualquier paciente con sangrado por el ano, deberá realizarse una exploración endoscópica, como mínimo rectal, y preferiblemente una colonoscopia completa, sobre todo en mayores de 50 años, para descartar otros procesos como pólipos y tumores malignos de colon y recto. El diagnóstico se confirma mediante biopsias y, en ocasiones, hay dificultades para diferenciar la enfermedad de otras como la enfermedad de Crohn, que puede afectar, a diferencia de la colitis ulcerosa, a cualquier parte del tubo digestivo.

 

Tratamiento de la colitis ulcerosa

El tratamiento inicial es médico. Incluye el uso de antiinflamatorios y corticoides y el 5-ASA y, en ocasiones, antibióticos. Los corticoides tienen efectos secundarios y, por tanto, se intenta reducir o eliminar cuando es posible.

Los brotes graves de enfermedad requieren un tratamiento más potente con ingreso hospitalario, medicaciones especiales como los inmunosupresores, o los denominados tratamientos biológicos, además de nutrición artificial para dejar en reposo el intestino.

Se precisa una estrecha colaboración entre gastroenterólogos y cirujanos coloproctólogos, para la orientación del tratamiento médico, que será individualizado en función de la evolución de cada paciente. La gravedad de la enfermedad es muy variable, y muchos pacientes con formas leves con afectación únicamente en la parte final del intestino pueden hacer una vida completamente normal. El resto suelen tener también una buena evolución entre los brotes inflamatorios y en relación con el grado de afectación de colon que padezcan.

 

Cuándo se precisa cirugía en colitis ulcerosa

La intervención puede indicarse de urgencia, ante complicaciones que ponen en peligro la vida, como hemorragia masiva, perforación o dilatación del colon (megacolon tóxico). También se precisa en los pacientes que padecen una forma crónica de la enfermedad si fracasa un tratamiento médico correcto y presentan brotes frecuentes o severos, o bien si tienen efectos secundarios graves, derivados del uso de corticoides.

Otra indicación es la existencia de cáncer, alteraciones pre-malignas (displasia), asociadas a la colitis ulcerosa, o tener alto riesgo de padecerlas. Se estima que 20-25% de pacientes precisarán una intervención quirúrgica.

 

Tipo de operaciones disponibles para colitis ulcerosa

El estándar clásico fue hace años la extirpación de todo el intestino grueso, incluyendo recto y ano, lo que se denomina procto-colectomía, y que puede efectuarse en una o varias fases. Su ventaja es la curación de la enfermedad intestinal y evitar el riesgo de cáncer. Sin embargo, es necesario realizar un ano artificial o estoma en el abdomen con el intestino delgado (ileostomía). Aún hoy puede ser una buena opción en ciertos sujetos.

Algunos pacientes también pueden ser tratados extirpando el colon, pero manteniendo parte del recto y el ano si estos no están muy afectados, y suturando el intestino delgado al recto (anastomosis ileo-rectal). Se evita una ileostomía pero puede haber riesgo de nuevas inflamaciones rectales.

La más habitual alternativa de tratamiento es la denominada proctocolectomía total y anastomosis ileoanal con reservorio. Consiste en extirpar todo el colon y recto pero dejando el ano con sus esfínteres. El recto es reemplazado por intestino delgado. Debe asociarse una ileostomía pero sólo durante algunos meses. El reservorio ayuda a reducir la frecuencia de las deposiciones, que será de 4 a 8 veces al día. Se trata de una operación compleja, que requiere una valoración previa de la función del ano y esfínteres, y controles posoperatorios.

Estas técnicas pueden realizarse en muchos casos mediante cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia), lo que reporta muchos beneficios para el paciente en lo que respecta a su recuperación posoperatoria, al no realizarse incisiones en el abdomen o ser estas mínimas.

 

¿La cirugía cura la colitis ulcerosa?

Es importante reconocer que ninguna alternativa convierte en normal al paciente. Todas tienen ventajas y desventajas que hay que valorar para decidir la opción adecuada, que será la que ofrezca mejores resultados en cada caso concreto, tras discutir los pros y contras con el paciente. Dado que la colitis ulcerosa es una enfermedad de causa desconocida que puede afectar diferentes órganos, no todas las manifestaciones de la misma se curarán necesariamente tras la extirpación de colon y recto, aunque la mayor parte de ellas lo hagan. Sin embargo, generalmente tras la cirugía se obtiene una buena calidad de vida.

Es interesante para conocer más aspectos de la enfermedad, opiniones de pacientes y consejos de expertos, entablar relación con asociaciones regionales de pacientes con colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn, o bien la confederación nacional de asociaciones de pacientes.

 

Al final la recomendación es visitar a su PROCTOLOGO (A) o en su defecto visitar nuestro sitio web https://medicosenmerida.mx/medicos-en-merida/proctologos/ para encontrar el especialista que mejor se adapte a sus necesidades.