El bypass coronario es la operación cardíaca más común. Cada año se realizan más de 200.000 intervenciones de este tipo por todo el mundo.
La operación se programará para el día que más les convenga a usted y al cirujano, excepto en casos de urgencia. Avíseles al cirujano y al cardiólogo si ha habido cambios en su salud, incluso si ha tenido síntomas de resfriado o de gripe. Las infecciones pueden afectar la recuperación.
Además, repase con el cardiólogo y el cirujano la lista de todos los medicamentos que toma (recetados, de venta sin receta y suplementos).
Es posible que antes de la operación deba hacerse un electrocardiograma, análisis de sangre y orina, y una radiografía de tórax. Los resultados de estas pruebas le darán al cirujano la información más actualizada sobre su salud.
Si fuma, el médico le pedirá que deje de hacerlo por lo menos dos semanas antes de la operación. Fumar antes de la intervención puede causar problemas respiratorios y de coagulación.
La noche anterior a la operación le pedirán que se bañe para reducir la cantidad de microbios que tiene en la piel. Durante la intervención se le administrará un medicamento para causarle sueño. Esto se conoce como «anestesia». Como la anestesia es más inocua si se administra en ayunas, le pediremos que no coma ni tome nada desde la medianoche del día anterior. Si come o toma algo después de la medianoche, es importante que les informe al anestesiólogo y al cirujano.
Recibirá instrucciones completas del cardiólogo y del cirujano antes de la operación, pero a continuación encontrará una explicación de lo que puede esperar durante el bypass.
Se le colocarán en el pecho pequeños discos de metal denominados «electrodos». Estos electrodos se conectan a un electrocardiógrafo que registrará el ritmo y la actividad eléctrica del corazón. Se le administrará un anestésico local para insensibilizar la zona donde se introducirá un tubo plástico (denominado «vía») en una arteria de la muñeca. Una vía intravenosa se introducirá en una vena. La vía IV se empleará para administrarle el anestésico durante la operación. Le darán un tranquilizante menor para que se relaje antes de que lo lleven al quirófano.
Una vez que esté usted totalmente dormido, se le introducirá en la tráquea un tubo que se conectará a un aparato denominado «respirador», cuya función es mantener la respiración. Otro tubo se introducirá por la nariz y el esófago hasta llegar al estómago. Este tubo impedirá que se acumulen líquidos y aire en el estómago para que, al despertarse, no sufra de náuseas ni distensión abdominal. Se le introducirá en la vejiga un tubo delgado denominado «sonda», para conducir al exterior la orina producida durante la intervención.
En la mayoría de las intervenciones de bypass se utiliza una máquina de circulación extracorpórea. La máquina es operada por un perfusionista o especialista en flujo sanguíneo. Antes de conectarlo a esta máquina, se le administrará un diluyente de la sangre (anticoagulante) para evitar que la sangre coagule. El equipo quirúrgico es dirigido por un cirujano cardiovascular e incluye otros cirujanos ayudantes, un anestesiólogo y personal de enfermería quirúrgica.
Tras conectarlo a la máquina de circulación extracorpórea, se detendrá y enfriará el corazón.
Para el injerto se puede extirpar un trozo largo de una vena de la pierna (la vena safena). Un extremo del injerto se suturará a la aorta ascendente, la gran arteria que transporta sangre rica en oxígeno del corazón al resto del cuerpo. El otro extremo del injerto se suturará a la arteria coronaria afectada, debajo de la obstrucción. El cirujano puede utilizar una arteria del interior de la pared torácica (la arteria mamaria interna) en lugar de la vena safena, o puede usar tanto la vena como la arteria para el injerto. El procedimiento puede tomar entre 2 y 6 horas, según la cantidad de injertos que se necesiten.
Fuente: Texas Heart Institute