“No quiero hablar con este embaucador ni con ningún otro. Lo haremos deprisa”. Estas palabras pronunció el Dr. Bob en su primera entrevista con Bill W. Su charla empezó a las 5 de la tarde y terminó a las 11 de la noche. ¿Qué hizo que el Dr. Bob se quedara hasta esa hora? Se convenció de que Bill W. sabía lo que estaba diciendo. Era la primera persona con quien hablaba que conocía por experiencia propia lo que es el alcoholismo.
Era una entrevista de dos alcohó-licos que no se habían reunido para beber, sino para hablar de su problema con la bebida. En la charla hallaron un puente de comprensión, respeto y amistad que les permitió compartir la terrible forma en que el alcohol los convirtió en esclavos; de cómo después de haber sido hombres prósperos y respetados se convirtieron en seres marginados, estigmatizados, en absoluta bancarrota material, moral y espiritual. Ambos habían descendido hastael umbral de la locura, y sentido la agonía y desesperación de no poder controlar su manera de beber. De su plática de esa noche de 1935 surgió Alcohólicos Anónimos (A.A.).
Ochenta años después, Alcohólicos Anónimos es un movimiento que ha logrado la recuperación de millones de alcohólicos en el mundo, quienes se reúnen en grupos locales. Su mensaje se ha extendido a más de 180 países, lo cual le ha valido que se le considere la propuesta más exitosa para la recuperación de la enfermedad del alcoholismo. El programa de A.A. se ha aplicado a otras problemáticas humanas, también con mucho éxito.
A lo largo de estas ocho décadas, A.A. ha obtenido el reconocimiento y el apoyo de las principales asociaciones médicas, religiosas, sociales y empresariales. ¿Cuál es la clave de su éxito? Además de la práctica estricta de los Doce Pasos de su programa de recuperación, la respuesta reside en el enunciado que se lee al comienzo de las reuniones de sus miembros: “Alcohólicos Anónimos es una comunidad de hombres y mujeres que comparten su mutua experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo”. El único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo genuino de dejar la bebida.
En los 80 años de existencia de A.A., en todas las reuniones de los grupos, el agente activador ha sido éste: compartir. Infinidad de acciones se han emprendido para hacer que el mensaje de A.A. siga llegando a todos los rincones del mundo, como la formación de grupos dentro de instituciones médicas y carcelarias, así como comités que trabajan arduamente en cooperación con la comunidad profesional y llevan a cabo reuniones de información pública en escuelas, iglesias, empresas, hospitales, asociaciones y todo lugar donde se solicite información sobre el problema del alcoholismo.
Desde 1935 hasta hoy, se ha forjado una cadena indestructible de amor y servicio a nivel mundial, que ha permitido la recuperación y rehabilitación de incontables alcohólicos, su reinserción en la sociedad y el comienzo de una nueva vida. Por todo esto, es muy gratificante celebrar con júbilo los 80 años del nacimiento de Alcohólicos Anónimos.
Central Mexicana de Servicios
Generales de Alcohólicos Anónimos, A.C.
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