El aceite de oliva no sólo acompaña las ensaladas, y el agua mineral no sólo se bebe. Aquí otros recursos del mundo, usados en favor de la estética.
Francia: En la tierra del vino, las mujeres apuestan a los efectos de esta bebida sobre su piel. Los beneficios se deben al resveratrol, presente en las uvas, que actúa sobre el proceso de envejecimiento de las células lentificándolo. Esto permite que la piel se vea tersa durante más tiempo. Además, el resveratrol tiene un efecto altamente antioxidante, mucho mayor al de la vitamina C. Los antioxidantes son algo así como los guardianes de la piel, ya que la cuidan de efectos negativos del medio ambiente como los rayos UV y protegen las células. Además, estos productos de belleza afinan el cutis gracias a sus ácidos frutales.
Suecia y Noruega: Aunque todo el mundo sabe que a la piel le hace bien la ingesta abundante de líquido, en Suecia y Noruega las mujeres tienen otra aplicación para el agua, especialmente cuando se trata de agua mineral gasificada: consideran que ayuda a mejorar el aspecto cansado de la piel y a reparar los ojos hinchados.
Italia: El aceite de oliva prensado en frío no sólo se pone sobre la mesa, sino también sobre la piel. Muchas mujeres lo emplean en zonas en las que necesitan un cuidado extra, como labios agrietados o manos muy secas. Las curas con aceite de oliva son especialmente efectivas cuando se les deja actuar toda la noche. Para ello hay que ponerse guantes de algodón después de masajear las manos con aceite tibio. El aceite de oliva también se emplea en el pelo: hay que dejarlo actuar un cuarto de hora y luego lavar la cabellera. Su eficacia se debe a su contenido de ácido linoleico, que junto a otros ácidos grasos presentes en el aceite ayudan a la piel y el pelo seco a regenerarse. Además, tiene una función de barrera sobre la piel, es decir, la ayuda a estar protegida.
Japón: Así como en algunas partes del mundo una boca carnosa y unos ojos grandes son considerados símbolos de belleza, en Japón el ideal está en una buena piel. El té verde tiene un rol en esto. Por un lado, contiene muchas vitaminas, minerales y oligoelementos. Además, es un antioxidante eficiente y contiene sales minerales que ayudan a mantener la humedad en la piel. Por eso el té verde es también un componente de muchas cremas para combatir la celulitis.
Marruecos: En la cordillera del Atlas se encuentra una arcilla empleada hace siglos como método de belleza: el rhassoul. Estas finas partículas de tierra eliminan la suciedad, las escamas y la grasa de la piel, por lo que el rhassoul es una de las sustancias ideales para limpiar cutis grasos o mixtos. En Marruecos también se emplea mucho el óleo de argán, sobre todo en pieles secas.
De Senegal a Etiopía: Los frutos del árbol karité albergan uno de los mayores secretos de belleza de los países de África central, oriental y occidental. Con ellos se fabrica la “shea butter” o manteca de karité, que contiene vitamina E y alantoína, que calma y cura debido a que es parecida a la composición de la piel. Además, contiene antioxidantes y posee un efecto antiinflamatorio. Sin embargo, tiene un pequeño inconveniente: en ella se encuentran a veces trazas de látex, lo que se debe a que en el fruto hay látex natural. Esto puede generar problemas en las personas con alergia a esta sustancia.