La malla quirúrgica es un producto médico que se utiliza para proporcionar apoyo adicional cuando se repara tejido debilitado o dañado. La mayoría de las mallas quirúrgicas están hechas de materiales sintéticos o tejido animal.
La malla quirúrgica se puede utilizar para tratar lo siguiente:
Prolapso de órganos pélvicos (POP).Cuando los músculos y ligamentos que sostienen los órganos pélvicos de una mujer se debilitan, los órganos pélvicos pueden salirse de lugar y caigan hacia la vagina (prolapso de órganos pélvicos). Para tratar el prolapso de órganos pélvicos, se puede implantar una malla quirúrgica para reforzar la pared vaginal debilitada. La cirugía se puede hacer a través del abdomen usando una malla o a través de la vagina sin el uso de una malla. La cirugía a través de la vagina con malla ya no es una opción.
Incontinencia urinaria por esfuerzo (SUI).Es la pérdida involuntaria de orina debido a un movimiento o actividad física, como toser, estornudar, correr o levantar objetos pesados, que ejerce presión sobre la vejiga. Se pueden implantar cabestrillos uretrales de malla quirúrgica a través de la vagina para sostener la uretra o el cuello de la vejiga. Esto se conoce como procedimiento con cabestrillo mediouretral o cabestrillo de malla.
Cada uso de la malla conlleva sus propios riesgos y beneficios.
El uso de malla quirúrgica a través de la vagina para tratar el prolapso de órganos pélvicos se ha asociado con tasas más altas de complicaciones relacionadas con la malla, incluidas penetración de la malla a través de la piel vaginal, dolor pélvico y dolor durante el coito. En 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ordenó a los fabricantes de mallas quirúrgicas para la reparación transvaginal de prolapso de órganos pélvicos que dejaran de vender y distribuir sus productos en los EE. UU. Si se te ha colocado una malla transvaginal para la reparación quirúrgica del prolapso de órganos pélvicos, continúa con tu cuidado de rutina. Si tienes complicaciones o síntomas, habla con tu médico.
Si estás considerando tratamiento para un trastorno del piso pélvico que implique una malla quirúrgica, asegúrate de que tu doctor te explique cuáles son todas tus opciones, así como los posibles riesgos y beneficios.