Uno de los malestares que con mayor frecuencia aquejan a las personas de la tercera edad son los calambres nocturnos en los pies, mismos que se pueden presentar luego de una jornada de constante o nula actividad física.
De acuerdo con estadísticas internacionales difundidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), poco más del setenta por ciento de los adultos mayores de cincuenta años padecen calambres nocturnos al final del día, circunstancia que, aunque no representa ninguna gravedad, suele ser muy dolorosa y disminuir la calidad de vida de quienes los padecen.
Los calambres nocturnos son contracciones repentinas e involuntarias de los músculos que se encuentran en la parte inferior de las piernas y en las plantas de los pies, las cuales suelen experimentarse a manera de una fuerte opresión o dolor sobre el área y despertar de su sueño a las personas o afectarlas en cualquier momento del día.
Aunque constituye un padecimiento muy extendido entre las personas mayores, los calambres nocturnos no son resultado de una causa específica, aunque muchas enfermedades y situaciones pueden estar asociadas, tales como diabetes, hipoglucemia, trastornos hormonales, enfermedad de Parkinson, pie plano, sobreejercitación muscular, permanecer sentado durante largos periodos, algunas posiciones de las piernas en momentos de reposo y la deshidratación.
Según la máxima autoridad sanitaria internacional, los principales factores de riesgo para padecer calambres nocturnos de piernas o pies son ser mayor de cincuenta años, realizar actividad física en forma excesiva, permanecer en ciertas posiciones durante tiempo prolongado, tomar medicamentos para la presión arterial y el colesterol alto, así como el embarazo.
Algunas sugerencias para prevenir la posibilidad de experimentar calambres nocturnos son: Beber abundante agua, ejercitar regularmente piernas y pies, consumir frecuentemente alimentos ricos en potasio, como cereales integrales, nueces y frijoles, usar calzado cómodo y estirar los músculos antes de dormir.
Si ya sufre los calambres nocturnos, acuda a su médico, el le recomendará algún tratamiento. Mientras ello ocurre pruebe con una rotación del pie o estirando el mismo de abajo hacia arriba, póngase inmediatamente de pie o procure un masaje que le permita relajar la zona.