La gran mayoría de infecciones respiratorias están asociadas al resfriado común, producido por un virus, conocido como rhinovirus.
Cuando este agente infeccioso ataca a nuestro organismo, se daña el revestimiento de las células del tracto respiratorio, dando lugar a la producción de moco. Por lo que no hay nada que los antibióticos puedan solucionar, pues no pueden luchar contra los virus; pero entonces, ¿qué indican los mocos verdes?
Pues en realidad ese color es una buena señal, ya que es el resultado de la acción de nuestro sistema inmune, que manda toda su artillería de glóbulos blancos al foco de la infección, dónde se librará una lucha encarnizada que resultará en la producción de grandes cantidades de moco de un color amarillento-verdoso similar al de los neutrófilos, que son un tipo concreto de estas células blancas.
¿Es cierto que cundo el moco es verde y espeso la enfermedad es más contagiosa?
Al principio del resfriado la producción de moco es más ligera, en forma de un molesto goteo acuoso, que poco a poco se va espesando y cambiando de color. Ya hemos visto que el cambio de color indica que el sistema inmune ha hecho bien su trabajo, por lo que los niveles de virus ya deben ser muy bajos, haciendo más difícil el contagio, que sí que será mucho más probable durante el goteo.
Sea como sea, si tienes alguna duda lo correcto siempre será acudir a un profesional de la salud, como alergólogo pediatra que sabrá comprobar cuál es la procedencia exacta del trastorno. Lo que nunca es una opción es la automedicación, especialmente con antibióticos; pues, como hemos visto en algunas ocasiones, su abuso puede dar lugar a la aparición de bacterias resistentes. Y eso sí que es un verdadero problema.