Una fractura de muñeca (fractura distal del radio) es la rotura de uno o más de los huesos que conectan el antebrazo a la mano. Las fracturas de muñeca pueden variar desde una pequeña fisura hasta uno o más huesos rotos en dos o más partes.
La fractura de muñeca supone una de las situaciones traumáticas más frecuentes a las que se puede ver sometido el organismo. En línea similar a las patologías de la mano, las fracturas de muñeca son relativamente comunes, de forma especial en adultos, e implican –a su vez– deterioros de función y movilidad, que afectan a la vida cotidiana del paciente.
De forma genérica hablamos de fractura del radio distal o fractura de Colles, aunque podemos encontrarnos con variaciones como la fractura de Barton, fractura de Smith o fracturas de Pouteau-Colles, Chauffeur o fractura Die-punch.
Las fracturas de muñeca presentan particularidades y necesidades médicas muy diversas en función del grupo de edad.
Efectivamente, podemos establecer tres categorías –a grandes rasgos– niños, jóvenes y mayores, en las que tanto los mecanismos que disparan la afección, como sus consecuencias y enfoque terapéutico difieren de manera notable.
En el caso de los pacientes pediátricos, la situación más común es la fractura en la vecindad o a través del cartílago de crecimiento. En la muñeca del niño, tras la epífisis –la parte que articula– existe una banda ‘blanda’ no calcificada por donde el hueso crece; esa es, precisamente, la zona más débil y, por ello, la que sufre la rotura.